En el 2005 el alcalde de San Antonio Vicente Cañas , miembro del PSUV, promovió la apropiación, por parte de cinco mil personas de los dos países que vivían en la miseria absoluta, de los dos países de unos terrenos baldíos al lado de la frontera con Colombia, para formar allí una fortaleza del chavismo. La invasión, como se le llama a este barrio que ahora es conformado por más de 10 mil personas entre colombianos y venezolanos.
En ese lugar se han instalado mafias de contrabando y tráfico de drogas, que ha sido la justificación del gobierno de Maduro para agredir indiscriminadamente a la gente, siendo especialmente drástico con los Colombianos. Allí vivían la mayoría de los 1.088 nacionales que han sido deportados sin sus enseres, por las trochas y de manera humillante, tal y como lo describieron el ministro del interior Juan Fernando Cristo y María Ángela Holguin. Esta situación humanitaria es la que llevó al canciller a llamar a su embajador en Venezuela para ayudar a encontrar una solución. Daniel Pardo, periodista de la BBC, estuvo allí.