La señora Gina, con el auspicio de Juan Manuel Santos, lanza un proyecto “ambicioso” en materia de educación. Una supuesta revolución que no cambia las cosas en lo absoluto.
Muy bueno que empiecen con la construcción de las 30 mil aulas; de los 1500 colegios, sólo hay 500 nuevos, el resto serán “repotenciados”, algo que aprendieron de Petro con los jardines.
En la entrevista con Bluradio, menciona que se van a realizar colegios con 12 aulas para 470 niños, algo absurdo si queremos calidad en la educación. Países desarrollados como Finlandia tienen 14 estudiantes por profesor, Suecia tiene 10 estudiantes por profesor, Alemania tiene 12 estudiantes por profesor y no sigo porque lloramos con otras comparaciones cuando quieren tener más de 39 estudiantes por profesor en estos “nuevos” colegios.
Va gastar 4.5 billones de pesos para la infraestructura y 1 billón para alimentos, compartiendo el 50% de los gastos con los municipios, que siempre están cortos de presupuesto (mucho se va en corrupción o no tienen la capacidad económica para apalancar ese 50% restante).
El quid del asunto es la jornada única, se supone que estas construcciones se hacen para que se amplíe la jornada única en todo el territorio colombiano, ¿será jornada única tener clases de 7 am a 2 pm?, la respuesta es por supuesto, es jornada única porque con ese horario no se puede tener una jornada en las horas de la tarde. Lo cual no quiere decir que aumente el tiempo de clases.
Estudié en un colegio distrital terminando hace 9 años, entraba a las 6:15 am y terminaba a las 12:15 pm, un total de seis horas; la señora Gina promueve la jornada de 7:00 am a 2:00 pm, un total de siete horas, a las que se le debe restar una hora de almuerzo, sí señores, las mismas seis horas pero ahora los comedores comunitarios van a estar dentro del colegio. ¿Que cambia?: los contratos por 4.5 billones para los constructores amigos de Vargas Leras que hacen las cajas de fósforos gratis o mal llamadas viviendas y la licitación para los almuerzos.
Otra cosa, los profesores que trabajaban en dos colegios para tener unos ingresos que solventen mínimamente sus necesidades, ya no van a poder hacerlo y se quedarán con la mitad; no les van a subir el salario porque NO hay aumento en las horas laboradas.
Para finalizar, quiero dedicarle la canción de José Luis Rodríguez a mi querida Gina: “todo cambia todo sigue igual”.
La inútil reforma de Gina Parody
"Todo cambia pero todo sigue igual"
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.