El jueves 21 de noviembre pudo haber sido uno de los más estresantes para Álvaro Uribe. No sólo porque cerca de dos millones de personas salieron a marchar contra el gobierno de Iván Duque, el Presidente de su partido, sino porque Twitter ordenó cerrarle la cuenta por donde mantenía una constante comunicación con 5 millones de seguidores. La decisión la tomó la empresa de acuerdo al protocolo y a las reglas que le aplica a sus mas de 200 millones en el mundo y Uribe perdió su potente herramienta de comunicación en una coyuntura crítica en la que su actividad podría haberle resultado de utilidad al gobierno.
Por muy expresidente que fuera, Álvaro Uribe violó uno de las reglas de twitter: compartir un trino de una cuenta personal de un tercero sin la debida autorización, razón por la cual le fue cerrada de inmediato su cuenta.
Esta foto en que divulgaba información personal de los organizadores de la marcha: Desde temprano Uribe le había hecho lo mismo, enfatizando en la violencia que se estaba tomando la marcha.
Según Twitter la infracción que cometió es la siguiente: "La primera vez que incumplas esta política, te pediremos que elimines el contenido. Además, bloquearemos el acceso a tu cuenta durante un período de tiempo antes de permitirte volver a tuitear. Si vuelves a incumplir la política después de la primera advertencia, tu cuenta se suspenderá de forma permanente. Si consideras que tu cuenta se suspendió por error, puedes enviar una apelación"
Desde que abrió esta cuenta social en abril del 2009 Álvaro Uribe se convirtió en uno de los tuiteros más influyentes del país. Además convirtió su cuenta en una tribuna. En los primeros meses del 2010 sirvió para impulsar la candidatura de su ficha, Juan Manuel Santos y para hacer una guerra mediática contra su principal contendor en ese momento, Antanas Mockus. Cuando Santos tomó el rumbo de la búsqueda de la negociación con las Farc, entendido por el expresidente, como una traición al acuerdo programático de continuidad con su gobierno, convirtió su cuenta en una verdadera trinchera. Implacable y persistente, su cuenta se convirtió tanto en una referencia como un motor de la polarización entre Santos y Uribe.
Uribe completa ochos días si su megáfono de opinión incorporado. Ha migrado a las otras dos redes, Instagram y Facebook, pero claramente no es lo mismo. Se había vuelto tan habilidoso con el Twitter que lograba estructurar planteamientos extensos conectando trinos en hilo como cuando hizo publico este manifiesto sobre lo que es ser de derecha:
Mi “Extrema Derecha”
87 apuntaciones
1. Creo en democracias que avanzan con seguridad, inversión pr… https://t.co/lucrXvK0tx
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) November 4, 2019
En Facebook en solo ocho días su cuenta subió de 900 mil a más de 1.400.000 seguidores, cifra que aumenta con el paso de los días, pero las características de esta red no son afines a las urgencias comunicativas del expresidente.