Carlos Antonio Vélez, desde que es uno de los rostros más importantes de Win Sports, ha estado en el foco de la hinchada. Actitudes suyas como la que asumió en la reapertura al público de el estadio El Campín, cuando ninguneó lo que pasaba en la tribuna, cuando una hincha de Nacional intentó aplastarle la cabeza a uno de Santa Fe, le significó una campaña de odio inusitada en redes sociales. Es que en los últimos tiempos su imagen ha decaído, sobre todo por las posiciones erróneas que ha asumido como apoyar la Copa América en Colombia o hablar pestes del entrenador José Nestor Pekerman, el más grande de los técnicos que ha pasado por la selección.
Por eso los elogios tienen que venir por el lado de sus propios subalternos. En la última transmisión del fútbol colombiano hubo un insoportable intercambio de elogios que crispó la paciencia de los televidentes entre Javier Fernandez, el Cantante del gol, el devaluado narrador que no tiene mucha idea de fútbol a pesar de su buena voz, y el autodenominado mejor comentarista de fútbol de Colombia.
El que arrancó con los elogios fue el propio Vélez: “Javier es el relator de fútbol más importante del país. Eso no se puede negar. Hizo marca con la Selección Colombia. Pero no solo relata bien esos partidos, sino que lo hace con todos”. No conforme con este elogio, absolutamente exagerado, Vélez prosiguió: “Tiene una voz extraordinaria por su alegría, positivismo, porque impacta y porque es muy melodiosa. Razones de peso por las que hoy por hoy, en tierra de relatores, él destaca y sobresalga”.
Fernández no se quedó atrás en lambonería y con palabras mayestáticas respondió de esta manera: “Es un estudiosísimo del fútbol. Es un hombre que hace cursos en Fifa, en Conmebol, permanece actualizado del reglamento, de los esquemas. Estudia mucho y le tengo una profunda admiración, aunque es más un profundo respeto por todo lo que significa para el periodismo colombiano. Controvertido y todo lo que quieran, pero cuando uno conceptúa eso es lógico. Unos están de acuerdo y otros no”.
¿Están tan mal de elogios que Fernández y Vélez deben echarse flores entre ellos?
