Debo decir que en estos tiempos en donde la corrupción ha manchado todas las aristas de la política colombiana e incluso a las FARC, la Senadora Claudia López es, sin lugar a dudas, uno de los políticos más transparentes en el Senado de la República,
Sin embargo, como colombiano harto de la impureza de la política colombiana, esperaría que los pocos senadores transparentes como ella dedicaran su tiempo a legislar y trabajar en pro de los colombianos; no a publicitar por cuanto medio le sea posible sus rencillas diarias con otros senadores, expresidentes y funcionarios públicos, ni a dar entrevistas y opiniones en espacios radiales haciendo campaña presidencial.
Es interesante que la senadora López sea una de las mayores defensoras y promotoras de la paz en Colombia, pero a la vez una de las figuras más divisivas en la política colombiana, un país extremadamente polarizado. Ella critica a Uribe por sus mensajes de "odio" y "guerra", pero hace lo mismo cuando tilda a sus seguidores y compañeros políticos de "paramilitares", "parapolíticos impunes", "mafiosos" y "exportadores de coca". Más interesante aún es su reacción a sus críticos, a quienes no los baja de "machistas" y "mentirosos profesionales", escudándose en su posición de mujer, como si por ello le debieran más respeto sus colegas con quienes no escatima en insultos y agravios públicos cada vez que es criticada.
Y qué decir de su relación de altibajos con el Presidente Santos a quien ha apoyado ciegamente en asuntos tan controversiales como la Reforma Tributaria, y en los puntos que claramente no convenían a su mensaje populista y divisivo no tuvo reparo en tildar al Congreso de la Republica de "mercado persa" y "porquería". Tiempo después al estallar el escándalo Odebrecht no tardó en acusar al expresidente Uribe de "corrupto" y de "señor que le recibió plata a Odebrecht". Tras ser acusada de participar en calidad de socia en la Fundación Arcoiris, guarda silencio frente a los señalamientos aún más graves de la relación del Presidente Santos con Odebrecht por pura conveniencia política. Mientras invita a los colombianos a "derrotar la corrupción" y "salir de Santos y Uribe", su partido es sancionado por el Consejo Electoral por serias irregularidades y negligencia en la verificación de inhabilidades de sus candidatos.
No lo voy a negar, a muchos colombianos les gustaría tener una presidenta como Claudia López, transparente, seria y sobre todo, mujer; pero es verdaderamente insoportable su actitud hostil y divisiva que únicamente contribuye a exacerbar los odios y las divisiones tan arraigados en la sociedad colombiana y que son una preocupante muestra del poco carácter que tiene para ser Comandante en Jefe y para liderar los destinos de nuestro país mientras pisotea con insultos a cuánto político y colega se le oponga, y ni que decir de la inconsistencia conveniente de su mensaje político, que cada vez la acerca más a esos políticos que tanto desprecia e insulta.
Senadora López: trabaje por los colombianos, ya sabemos que existe la corrupción y la despreciamos tanto como usted, pero sus mensajes solo nos dividen más, acrecentan los odios y nos hacen dudar de su carácter. Respete y respétenos a los colombianos que queremos más acción en la política en favor nuestro y menos espectáculos mediáticos.