Galán heredó la inseguridad de Claudia López, esta a su vez la heredó de Peñalosa, este de Petro y así sucesivamente con todos los alcaldes de Bogotá.
Es que la inseguridad en Bogotá y en las ciudades y municipios de Colombia no es de ahora, es de toda la vida. Los alcaldes, sus secretarios de seguridad y la policía toman medidas y medidas, que se deben tomar, pero siempre se termina en que la “inseguridad está desbordada”.
Es que se siguen atacando los efectos de la inseguridad, pero es poco lo que se hace ó pueden hacer para atacar las causas primarias que la originan, que son, como todos sabemos, la pobreza, la desigualdad, el desempleo, la impunidad, etc.
Todos estos son el caldo de cultivo de toda clase de delitos y como la solución de estos problemas crónicos, son no solamente de las ciudades, sino del país entero, su solución es muy difícil y de mucho tiempo y mientras no se cambie esta realidad, la inseguridad lejos de mejorar, seguirá empeorando cada vez más.