Al final del partido contra Inglaterra, el que la selección perdió 2-0 en el mundial del 98 y por el que nos devolvimos a casa, los encopetados jugadores ingleses corrieron a buscar a Faryd Mondragón. En ese momento tenía 27 años, era idolo en Independiente y fue elegido uno de los mejores porteros de ese mundial. A Owen, Beckham y compañía el turco les tapó todo. Si no hubiera sido por él el equipo de Bolillo hubiera sido goleado sin atenuantes.
Faryd es un rarísimo ejemplo de disciplina y constancia en un fútbol caracterizado por su disipación. Jugó 5 eliminatorias y tres mundiales. Su nombre estuvo en ligas exigentes como la alemana, la turca, la argentina y en todas fue ídolo. Era famoso en el vestuario por su colección de CD de rock. Era un bacán. Se retiró de la selección, después de establecer un record, ser el jugador más viejo en estar en una cancha en un mundial, 42 años, y luego aceptó la propuesta de acompañar a Carlos Antonio Vélez en los comentarios. A veces pudo llegar a ser farragoso, y su lambonería con la Vicepresidenta Marta Lucía Ramírez pudo molestar a la gente, pero no se puede desplegar tanto odio con un gigante de nuestro deporte sólo porque cree que Uribe es lo mejor que le ha pasado a este país. Además, ¿por qué un futbolista no puede arriesgarse y no hablar de política?
¿Tienen dudas de su talento? miren no más esta recopilación de atajadas de Faryd que le hicieron los hinchas de Independiente:
Lo mismo pasa con el Tino, el primer delantero colombiano en marcar un gol en el Calcio Italiano cuando este era la mejor liga del mundo. Ahora, sólo porque no esconde su fervor por el expresidente, no se le puede borrar de la historia como pretenden algunos. Va a estar en el panel de ESPN, un refuerzo de lujo, y la gente lo desautoriza por uribista. Basta preguntarle a Buffon, a Crespo, a la Bruja Verón, lo que significó ser compañero de la gacela. Para los desmemoriados, vale la pena recordarles lo grandísimo que fue Asprilla: