Claudia Sheinbaum, una mujer decidida a romper esquemas, tomará juramento a las 10 de la mañana (hora colombiana) y a las 9 (hora mexicana) este 1 de octubre y no el acostumbrado 1 de diciembre, en una ceremonia en la que estarán presentes líderes mundiales como el brasileño Lula Da Silva, el chileno Gabriel Boric o el colombiano Gustavo Petro, pero en la que ninguna invitada será tan especial como Annie Pardo Cemo, su madre, de quien heredó la vena científica.
Pardo, hija de judíos sefardíes que llegaron a México huyendo del holocausto, dio clases durante casi toda su vida en el Departamento de Biología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una de las tres mejores de Latinoamérica junto con la de Sao Paulo y la de Buenos Aires y todos los aportes que realizó la hicieron merecedora Premio Nacional de Ciencia en 2022.
Además, recientemente la Universidad de Stanford la incluyó en un ranking sobre los mejores investigadores del mundo, donde solo hubo tres representantes de la UNAM. Ella fue la inspiración para que Sheinbaum decidiera licenciarse en Física, estudiar una maestría en Ingeniería Energética y hacer un doctorado en esa disciplina en esa misma universidad.
Quien no estará presente en la ceremonia será su otra gran inspiración, Carlos Sheinbaum Yoselevitz, su padre, quien falleció en 2013. Así como de su madre heredó la vena científica, de él heredó la política que la tendrá llevando las riendas de México hasta 2030.
Él también fue descendiente de judíos, aunque en su caso asquenazíes, que escaparon de la persecución y eligieron a Latinoamérica como su destino y, al igual que Pardo, a quien conoció en los 60s, estuvo vinculado a la ciencia y a la UNAM, donde estudió unos semestres de Ingeniería Química. Pero por lo que realmente se le recuerda es por haber sido un firme activista de izquierda, quien vivió en carne propia el movimiento estudiantil de 1968 cuando el presidente era Gustavo Díaz Ordaz.
La amistad con Petro no es el único vínculo de Sheinbaum con Colombia
Las cenas familiares de la familia Sheinbaum tienen cuota colombiana y todo es por cuenta del matrimonio de su hermana Adriana, quien es licenciada en Ciencias de la Comunicación de la UNAM, con el cineasta bogotano Rodrigo García Barcha, quien brilla con luz propia gracias a haber dirigido varias películas, así como un capítulo de Los Soprano o por ser productor ejecutivo de la esperada versión para Netflix de Cien años de soledad, pero quien es conocido especialmente por ser el hijo mayor del grande de la literatura de habla hispana Gabriel García Márquez, el Premio Nobel que vivió más de la mitad de su vida con su esposa Mercedes Barcha en Ciudad de Mexico, donde crecieron sus dos hijos.
Por otro lado, el otro hermano de Claudia Sheinbaum, Julio, también le siguió los pasos a su madre al estudiar Física en la UNAM, mientras que su hija, Mariana, a quien tuvo con su expareja, el también político de izquierda Carlos Imaz Gispert, tomó otro camino estudiando Historia, pero, por supuesto, también en la UNAM.
De esta combinación de ciencia y humanismo resultó Claduia Sheinbaum, la primer presidenta de México, quien tendrá como desafío mayor trazar su propio camino como gobernante, a pesar de haber llegado con el respaldo del saliente presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se va con un respaldo del 80% de favorabilidad entre los mexicanos.