Conocí a Carolina Gaitán cuando tenía 11 años. Ella, junto a Natalia Bedoya, Laura Mayolo, Vanessa Noriega e Isa Katherine Mosquera acababa de convertirse en una de las cinco integrantes de Escarcha, grupo musical creado con las ganadoras de Popstars, uno de los primeros realities del país. Era el año 2002. Yo, que ni siquiera llegaba a adolescente, fui uno de los miles de colombianos que prefirió este programa de Caracol en lugar de la besuqueada de Pedro Palacio y Ana Karina Soto en Protagonistas de Novela, de RCN.
En ese año vivía en Cartagena y uno de mis mejores amigos era primo de Carolina. Para un evento del reinado de ese año trajeron a las divas del momento; las Popstars. Iban a cantar solamente una canción. Sin embargo, fue la ocasión perfecta para que junto a mi amigo pasáramos el día completo con Isa, Natalia, Vanessa, Laura y Carolina. Estuvimos con ellas desde que aterrizaron en el aeropuerto por la mañana hasta que entraron al Hotel Santa Clara. La despedida fue frustrante porque por ser niños no nos dejaron entrar al evento y no pudimos verlas cantando. Nos tocó escuchar la presentación sentados en un andén callejero pegando la oreja a una puerta del hotel.
Natalia Bedoya, que era otra de las Popstars, sí sabe quien soy. Tan solo cinco años después de ese día me la volví a encontrar en Bogotá y le conté la historia. Se acordaba perfectamente. De ahí en adelante, por esas vueltas que da la vida, nos hemos cruzado una y otra vez a lo largo de estos años. Cada vez que me ve lo sigue haciendo como si todavía fuera aquel niño de 11 años que le pidió un autógrafo. Sin embargo, con Carolina fue diferente. Después de ese día en el reinado del 2002, no volví a tener ningún contacto ni con ella ni con su primo.
Dieciocho años después me tocó entrevistarla. Ella está presentando un monólogo musical en el Teatro Fanny Mikey de la 71 en Bogotá. La obra, escrita y dirigida por Johan Velandia, es su sueño hecho realidad. Durante hora y diez minutos hace en escena lo que mejor sabe hacer; cantar y actuar. La historia de Vida Santiago, una cantante que quiere ser famosa, es el pretexto perfecto para explorar de una manera más profunda la música cubana que tanto ama. Al final de la entrevista, que fue transmitida en Facebook Live, le regalé el CD que ella y sus compañeras me habían firmado dieciocho años antes. Así reaccionó: