El horror de los últimos asesinatos de las niñas Génesis Rua, Angie Lorena Nieto y Sharik Alejandra Buitrago están presentes en la memoria de todos los colombianos con un mandato claro: no pueden seguir ocurriendo. El Instituto de Bienestar Familiar ha sido el primero en reaccionar, y por eso la primera dama María Juliana Ruiz, quien preside la junta directiva del instituto, y su directora Juliana Pungiluppi se propusieron estructurar una ambicioso plan para frenar esta gran tragedia no solo para los niños y niñas sino para la sociedad. Este miércoles le dieron vida a la Alianza Nacional contra la Violencia hacia las Niñas, Niños y Adolescentes.
No solo el Presidente Iván Duque y la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez le dieron el espaldarazo sino el Estado en pleno junto a la Fiscalía a través del encargado Fabio Espitia, la Procuraduria, el poder legislativo, la Federación de Municipios y entidades internacionales como Unicef, que lidera este propósito en el mundo entero.
Y es que las alarmas están encendidas en el país por los casos de violencia física, psicológica y sexual contra la niñez, solo en los primeros seis meses del 2019 se registraron 9.569 procesos de los cuales 344 fueron homicidios contra niños, niñas y adolescentes. La alianza apunta además a atender el embarazo adolescente y el desplazamiento forzado, que suma 1'369.622 casos hasta la fecha.
De allí la importancia de perseguir y castigar a los violadores que estarán identificados en una gran base de datos, donde la Policía, la Fiscalía, el ICBF y otras entidades puedan dejar registrados organizaciones criminales y abusadores de menores de edad para que haya no solo una sanción social y sean excluidos de trabajos y vínculos con el gobierno. Además, se buscará tramitar la cadena perpetua para los violadores, en la que sigue siendo una gran impulsora Yohana Jiménez, la hija de la exparlamentaria Gilma Jimenez de Niño, quien dio una batalla incansable. El presidente Duque es un convencido de la importancia de volver realidad este drástico castigo para disuadir esta máxima agresión, por lo que se comprometió a impulsar la cadena perpetua en el Congreso, que ya lo tiene en la lista de proyectos a debatir, y promoverá una medida para que los crímenes contra niños, niñas y adolescentes no sean prescriptibles.
Estos esfuerzos punitivos estarán acompañados de una gran campaña dirigida a un cambio de mentalidad en la que se entienda que tocar un niño o una niña es un delito y que las comunidades deben sera las primeras en denunciarlos y repudiarlo.
La justicia tiene su rol clave. Se creará un Grupo Intersectorial Especializado para disminuir la impunidad en los casos de violencia y mejorar sus sistemas de base de datos sobre organizaciones criminales y abusadores de menos. Además, se buscará unir recursos privados que impulsen la estrategia.
Como base para el desarrollo de esta gran alianza se utilizó el modelo INSPIRE, que contempla siete actividades principales: aplicar las leyes, acompañamiento a padres, fortalecer la economía de los hogares, cambiar la cultura y la educación, y crear entornos seguros para la niñez. La alianza retomará esos puntos para llevarlos a la realidad en Colombia.
“La erradicación de la violencia contra niñas, niños y adolescentes no da espera. Es urgente y nos necesita unidos como sociedad para enfrentarla. A las futuras generaciones les dejaremos lo que construyamos desde hoy. Si frenamos este ciclo de violencia, ese será nuestro legado. Todo el cambio empieza por mí, empieza por ustedes. A nuestras niñas, niños y adolescentes, todo lo que hacemos les queda”, dijo Pungiluppi en el evento de lanzamiento de la Alianza.
Tomar este modelo significa además firmar el ingreso oficial de Colombia a la Alianza Global para Erradicar la Violencia, articulada mundialmente por Unicef, y avanzar en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible que busca eliminar todo tipo de violencia contra los niños. El desafío apenas comienza.