La indiferencia de los ricos en el asesinato de Yuliana Samboní

La indiferencia de los ricos en el asesinato de Yuliana Samboní

“No estoy de acuerdo con la venganza, pero la injusticia nos ahoga. Cabe preguntarse ¿es peor para un violador ser rico que pobre?”

Por: Sixto Quintero
diciembre 12, 2016
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La indiferencia de los ricos en el asesinato de Yuliana Samboní

“No estoy de acuerdo con la venganza, pero la injusticia nos ahoga. Cabe preguntarse ¿es peor para un violador ser rico que pobre?”

Como a casi todos en Colombia, el crimen cometido contra Yuliana Samboní me estremeció. Con el correr de los días he tratado de responder a acciones e interpretaciones de los medios y de agentes de opinión sobre sus posiciones y sus enfoques. Por ejemplo, he sentido que no se le dio un adecuado cubrimiento al hecho de que la niña es una indígena Yanacona del departamento del Cauca, por lo que ya era una víctima del conflicto, como lo estableció la Corte Constitucional en el Auto 004 de 2009, llegándose a afirmar que son comunidades en peligro de desaparecer por culpa del conflicto y de intereses económicos, pero a pesar de ese reclamo legal los Yanacona han sido re victimizados constantemente.

Así vemos a Fabian Sanabría, ex director del Icanh, que cuando los Yanacona prohibieron la salida de estatuas de San Agustín -cerca de donde se encuentran actualmente asentamientos de esta comunidad-, como una forma de exigir el cumplimiento de la orden de la Corte al gobierno, este funcionario los desacreditó y expuso de mala forma ante los medios, sin siquiera escucharlos, hasta acusarlos de chantajeadores al mejor estilo de la derecha colombiana.

También tenemos ejemplos de revictimización por parte de Paloma Valencia, quien ha señalado a las comunidades indígenas del Cauca como invasoras, por reclamar el derecho ancestral al territorio, o a tener territorios de acuerdo a sus formas comunitarias, señalándolos inclusive de guerrilleros, argumento que recogió el programa amarillista Septimo Día, por lo cual fue demandado y condenado por la Corte Constitucional.

De las cosas que más me indignaron, es que representantes del Centro Democrático ahora vienen a comparar al presunto asesino de la niña con la guerrilla de las FARC, cuando primero señalaban a las comunidades del Cauca de guerrilleros, lo que siempre ha provocado el desplazamiento de personas de las comunidades, como la familia de Yuliana, viéndose obligadas a salir de su territorio huyendo de las violencias y de la precaria situación económica, por culpa del abandono Estatal histórico. El típico maniqueísmo de la extrema derecha.

Pero además del esfuerzo de ligar al asesino y violador con las FARC me preocupaba la necesidad de desligar este acto de la identidad clara de clase de este señor. Así, por ejemplo, la revista Fucsia publica un editorial donde victimiza al asesino y violador de Yuliana, pues para violar es peor ser rico que pobre. Hay que decir que una editorial es la posición de un medio, no una opinión aislada.

Me esforcé tratando de contestar a este editorial, traté de buscar argumentos teóricos y legales a este artículo, que me pareció ya se pasaba de la raya. Caminaba por las calles de Bogotá absorto en esta idea y tomé un taxi que conducía una señora muy amable y cariñosa. El viaje se hizo largo por el insoportable tráfico capitalino, lo que nos llevó a conversar amenamente; entre charla y charla lógicamente salió el tema del caso de Yuliana y la repulsión que nos causaba, de un momento a otro ella dijo:

  • Yo del papá no espero a la justicia, pues para los ricos en este país no hay justicia, más si la niña es pobre como uno. Al papá le va tocar es hacer justicia por su cuenta.

Yo le repliqué que precisamente esa era una de las fuentes de la violencia en Colombia, la falta de justicia para los pobres. Pero que eso no solucionaba nada, la venganza sólo lleva a más venganza. Pero entonces me contestó:

  • Venga y le cuento la que me pasó a mí. A mí me sucedió algo parecido. Yo tengo una hija, es hija única, lo que yo más quiero. Con el esfuerzo de ser taxista la puse en un colegio caro de la ciudad –muchos datos los cambio aunque ella no los omitió- y desde los doce años un tipo iba al colegio, durante la salida, en una camioneta último modelo a visitarla y darle regalos; el tipo era 10 años mayor que mi hija y era hijo de un directivo de una universidad acá. Yo no tenía ni idea. Cuando cumplio 15 años alguien conocido me dijo que estuviera atenta que un tipo le andaba cayendo a mi hija. Yo traté de confrontar al tipo, pero mi hija ya andaba encaprichada, aunque no habían tenido nada. Cuando cumplió 18 años el tipo logró tener algo con ella y me la embarazó. Yo fui a reclamarle al tipo y a su familia, ellos dijeron que no iban a responder, yo les dije que lo iba a demandar, pero el padre me contestó: "a los pobres la justicia no les para bolas". Durante el embarazo mi hija se puso mal, le dio mastitis, se le dañó la piel y engordó 50 kilos mi chinita. Yo demandé, pero el tipo desapareció, fui donde los padres y me decían que de malas, que ellos no respondían. A mí me dio furia, entonces me fui para el Magdalena Medio a buscar una prima.

En ese momento me eché hacia atrás y pensé que iba a ser una historia de paramilitares, pues por la zona sería lo común.

  • Mi prima es comandante de la guerrilla por allá, viajé y la encontré y le conté como me habían dejado a la niña. Ella me dijo que qué quería hacer, yo le dije que había averiguado y que el tipo vivía en tal ciudad en un país vecino, que yo quería que me lo llevaran hasta Bogotá pa' confrontarlo. Ella me dijo que eso valía 4 millones, que como organización revolucionaria eso lo hacían por justicia y que no cobraban ganancia. A las dos semanas me llamaron y me dijeron que dónde me lo dejaban, yo les dije que por una zona atrás de los Cerros Orientales. Allí me lo encontré ¿y sabe qué hice? -Estaba lleno de pánico y pensé en la peor escena- pues llegué y lo capé, por hijueputa, por lo que me le había hecho a la hija y por no querer responder por mi nieta. Desde ese día no hay un mes que no me pague la cuota de mi nieta, porque a mi nieta la estoy criando yo. Por eso yo sí doy gracias que aún hay guerrilla. El papá a veces cuando se emborracha llega a mi casa con pistola en mano a amenazarme por lo que le hice al hijo, yo le salgo con una machetilla y le grito "dispáreme, pero yo lo pico malparido" y hasta allí llega.

En ese momento llegué a mi destino y a tiempo. Yo no supe qué contestar, pues no estoy de acuerdo con la venganza, pero no tenía argumentos. Solo atiné a pagarle y desearle lo mejor a su hija y a su nieta.

Pero, ¿qué podía contestarle si la justicia es relativa al estatus económico y no hay igualdad en su aplicación? Recordé a Noticias Uno en la emisión del día del asesinato diciendo que la Fiscalía había recomendado que no se diera el nombre del presunto asesino; recordé al portal Las2orillas haciendo la reflexión de que los medios de comunicación radiales y televisivos a pesar de saber quién era el sospechoso no lo nombraban -cuando en otros casos condenaban sin mediar condena-, sólo por no tener la cercanía con el poder; recordé que la policía primero llamó a ver si los dueños de la camioneta tenían a la niña secuestrada, en vez de realizar un operativo de captura; después me enteré que al asesino y violador lo tienen en una celda especial con condiciones que no se las dan sino a los ricos de este país, entre otros llamadas telefónicas y comida especial, desvirtuando el principio de igualdad de la Constitución; recordé que lo llevaron a la Picota a pesar de que el juez lo había enviado a la Cárcel Modelo como a cualquier pobre. La tradición nos indica que no va a haber un trato justo en este caso, las sospechas abundan por doquier, ahora más con el "suicidio" del vigilante, a quien no se le dio protección aunque era un testigo clave y ya en la audiencia se indicó que "Uribe Noguera es un peligro para la sociedad, motivo por el que debía ser enviado al centro de reclusión. Según el ente acusador, el sujeto podría entorpecer el proceso o amenazar a personas cercanas a la víctima e incluso a menores de edad que lo han señalado de ser quien se llevó a Yuliana en la mañana del domingo." Puede que el supuesto asesino y violador quedara encerrado, pero otras personas sospechosas de manipular la escena del crimen, como sus hermanos, al estar libres puedan seguir manipulando, lo que crea suspicacias sobre el supuesto suicidio. Los testigos pueden sentirse en peligro ante esta nueva muerte y evitar testificar.

Es difícil mantener los ideales ante la realidad, no estoy de acuerdo con la venganza, pero la injusticia nos ahoga. Cabe preguntarse ¿es peor para un violador ser rico que pobre?

Adenda: En el portal del Ministerio del Interior se encuentra El Plan de Salvaguarda Yanacona, un texto donde este pueblo expone medidas al Estado para su supervivencia, si los hubiéramos escuchado y atendido posiblemente Yuliana no hubiera padecido. A continuación dejo una parte de este texto para la reflexión:

"Esta propuesta sobre la familia Yanacona estará encaminada a exigir la aplicación del enfoque diferencial para la construcción de un programa protección a la familia de una manera específica como pueblo indígena. En relación a esta situación, el fortalecimiento de la familia debe buscar estratégicamente una salida más que política, que responda a un sistema de cosmogonía, no solo a una elemental argumentación que enfrasque a la familia en el mundo del mercado, en la dinámica de dependencia en los diferentes aspectos que propone la modernidad y el sistema neoliberal. Esta propuesta se fundamenta en el “retorno” a su papel fundamental dentro de la comunidad y la sociedad. En ese sentido, las políticas de protección, reparación y prevención del conflicto deben fortalecer los lazos de convivencia, el Sumak Kawsay o vivir bien de la familia nuclear, extensa y organizativa en el pueblo Yanacona como base para su pervivencia tanto física, como cultural. Por tal razón es importante la construcción de este programa de protección a la familia que permita fortalecer la Armonía en la familia Yanacona y la consolidación del sistema de protección como estrategia de fortalecimiento de vida para el pueblo. Este programa estará orientado al cuidado de los wawas del Pueblo Yanacona por ser las semillas de vida del pueblo. Por tal razón contara con una línea de trabajo en atender de forma integral LOS WAWAS YANACONA. Este está dirigido especialmente a los niños y niñas Yanacona considerados el presente del pueblo indígena, es por eso que debe ser protegidos, atendidos de un forma adecuada y fundamentada en la cosmovisión Yanacona entendido como un principio de vida en los pueblos originarios y así garantizar la pervivencia del pueblo Yanacona en la vida, en el tiempo y el espacio. " Página 157.

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