Desde el inicio de la humanidad, el hombre primitivo adecuo su hábitat con elementos sistemáticos y acorde a su contexto, ajustando los límites de convivencia, de su economía incluso su política, la evolución nos enfrenta a cambios y justo ahí es donde evidenciamos, que el hecho de coexistir nos lleva pactar en sociedad el vínculo social que nos une, pero que también nos destruye, la indiferencia es el punto de quiebre de toda sociedad, ocurrió y ocurre en la actualidad, es el elemento mas vigente y peligroso, que nos obliga a ser de nuevo hombres primitivos, ególatras, narcisistas e indiferentes.
Sin embargo, somos tan perfectos que tenemos plena autonomía para decidir qué hacer, como actuar y de qué manera, nos apoyamos o nos destruimos, así procuramos actuar conforme al contexto en el que nos encontramos. hoy debemos situarnos en una crisis, que azota y quebranta toda nuestra sociedad, nuestra economía y todo nuestro sistema político y social, la línea es tan delgada que natura demostró, que sobrepasa cualquier limite y no diferencia entre clases sociales ni economías poderosas o emergentes, es la furia de un virus derivado del SARS, que aun flagela al mundo, dejando victimas mortales y un sin número de contagios.
Fernando Savater, en su libro “Política para Amador”, en un ensayo evolucionista del ser humano desde la esfera política, describe al hombre como un elemento de la ciencia política, que le ha permitido vivir en una sociedad, donde la base de todo parte del principio de que el hombre, es una estructura de valores y actuaciones, esto quiere decir que en su infinidad de cualidades, errores y hechos, tiene la capacidad de ser un súper hombre, que tiene el poder de romper con cualquier barrera que atreviese. En la práctica, nos hemos permeado de egoísmo e individualismo, un retroceso de lo que hasta ahora podíamos llamar evolución, cada quien va por lo suyo, si el otro no lo consiguió, no seré yo el que se lo consiga.
Las discordias no dan espera, los interrogantes en una cuarentana paulatina: ¿son, acaso dos millones quinientos mil personas inmunes a el contagio?, otros dirán, ¿por qué mañana yo? ¿es el conjunto de sensaciones donde prima el sistema que la vida, acaso la clase obrera y de manufactura, son súper héroes?, la respuesta es NO, esto es el principio del cumplimiento de los compromisos del gobierno con las multinacionales, la mano de obra de la base, es la mejor ficha de los monopolios y oligopolios, finalmente para ellos, solo es importante producir.
Con esta pandemia entendimos que nuestra economía es frágil y nuestro estado se quebranta al llamado solidario, es el momento donde la esencia de la democracia y del estado de derecho, deben ser los protagonistas en esta guerra fría, en la economía de guerra, pero contrario a ello, ha sido el botín, más grande para algunos dirigentes, la inflación y PIB, son pequeñeces, ahora solo importa facturar y aprovechar. Hoy estamos en evolución, no dejemos que la pandemia de la indiferencia nos contagie igual que el Covid 19, ayude al que pueda, aporte como pueda y sobre todo intente y no deje de ser humano.