La crisis alimentaria que viven algunos países del mundo es grande, unos porque no tienen alimentos para repartir al pueblo, otros porque tienen alimentos pero no los reparten de la mejor manera y sobre todo no crean programas para tener una alimentación sana; pero existe un tercer problema y es la falta de ejecución de políticas públicas alimentarias. Esto último considero es lo que está pasando en Bogotá. Solo se deber el Plan de desarrollo de la actual alcaldía y ver los resultados de cada uno de los programas que hacen referencia a alimentación (que son pocos). Haré referencia a algunos de ellos, pero lo principal, es que en ninguno se toca el tema nutricional o control de una distribución de comida sana a los ciudadanos o mejor campañas educativas para tener una mejor alimentación, a pesar que se tiene destinado un presupuesto, de ahí nace mi pregunta problema.
Revisando el plan de desarrollo de Bogotá de la actual administración se puede ver que existen proyectos que hacen referencia a la alimentación, como el proyecto saludable que hace referencia a que los niñas y niños en gestión deben tener una alimentación saludable, el artículo 15 programa soberanía y seguridad alimentaria y nutricional que nos habla que el distrito garantiza el acceso físico y económico a la canasta básica en condiciones de equidad y calidad dándole prioridad a niños, niñas y adolescentes a su vez crear un sistema público de abastecimiento de alimentos para la ciudad, ahora bien cuanto de estos programas están en ejecución y que seguimiento se le están realizando para que no se llegue a una crisis alimentaria que afecte a la ciudad capital. (Plan de desarrollo de Bogotá 2012)
Con respecto al primer punto que hago referencia del plan de desarrollo de Bogotá, es lamentable ver como niños tienen que pedir 200 pesos en la puerta del comedor para poder comer un plato de comida en los comedores comunitarios del distrito, durante el gobierno de Luis Eduardo Garzón se logró solucionar el problema de alimentación a 93.643 personas, durante el gobierno de Gustavo Petro algunos comedores comunitarios cerraron y otros a entregar unas canastas con mercado muy precarias, la desaparición de comedores comunitarios causa que la calidad de los alimentos no sea la mejor porque se compran de bajo costo, las filas son largas para poder lograr tener una silla en el comedor y los problemas de salubridad son grandes, se puede estar haciendo algunas cosas para lograr que personas con escasos recursos puedan tener un plato de comida pero no se está haciendo de la mejor manera de ahí las diferentes discusiones en el Concejo, es claro que se debe mejor el proyecto porque la intención es la mejor pero se debe dejar a un lado lo político y buscar el bienestar de los bogotanos. (Concejo de Bogotá (2013):El estado actual y alcance de las políticas sociales en Bogotá, comisión segunda permanente del gobierno. Bogotá, Colombia)
Continuando con el plan de desarrollo habla que se creara un sistema público de abastecimiento para la ciudad, este consiste en realizar alianzas para el fortalecimiento de la seguridad alimentaria, articular la gestión de corabastos, vincular minoristas, vincular productores y lograr la operación de la plataforma logística los luceros, esta moderna obra se terminó en el 2011 pero para muchos ya es visto como un completo fracaso como lo manifestó en el 2012 el personero distrital, lo único que trajo fue competir con el mercado informal, tener grandes neveras difícil de surtir y los campesinos no llegaban al mercado con sus alimentos siendo este uno de los principales objetivos a la fecha se tiene una plaza con modernas instalaciones pero que no cumple con las necesidades de abastecer a la ciudad, el distrito busca poder adjudicar 700 puestos de mercados en las que esta la plataforma Lucero, si entramos a mirar los alianzas con los campesinos debemos ver que esto no se cumple, tan solo se les da un espacio el algunas ferias y unos días que dispone el distrito, el algunos casos tienen que vender sus alimentos en el servicio público, como productores de alimentos no son tenidos en corabastos que se sigue alimentando de otras regiones del país. Se puede tener un mayor número de plazas pero que no cumplen con la función de abastecer a la ciudad. Tan solo compiten con los vendedores informales, prueba de que la mayor central de alimentos del país no se alimenta de las mis plazas de la ciudad es que cuando ahí para de camioneros esta se ve gravemente perjudicada llegando a tener desabastecimiento causando el alza de los alimentos y la escasez (El Espectador, 2012)
Es preocupante ver los malos hábitos alimenticios de los habitantes de la ciudad y del país, de acuerdo a la última encuesta nacional de la situación nutricional en Colombia, el 27.5% de los niños sufren de anemia, el 11% en adolescentes, lo más preocupante es ver que más del 39% de los encuestados no consumen lácteos y frutas, continuando con la encuesta 7 de cada diez encuestados consumen comida de la calle, ahora bien en la ciudad no se ve una política clara para que la situación mejore, no existen campañas de nutrición, lo más preocupante es que los puestos de la llamada comida chatarra crecen cada vez y los controles son mínimos, por ejemplo la persona que compra un perro de 1000 pesos no conoce como la manipulación del alimento o si la persona que lo vende tiene la educación necesaria para vender alimentos, la mayoría de las personas dueñas de los puestos de comida no tienen permiso del invima y el distrito lo que hace es reubicarlos o en algunos casos con la policía recoger los puestos por invasión pública. Se necesita un mayor control y en especial mayores campañas que permitan mejorar los hábitos alimenticios de los contrario el índice de obesidad crecerá y de enfermos de alguna anemia. (El Tiempo, 2014)