Desconcierta y da origen al cuestionamiento, la actitud que han asumido ciertos medios de comunicación y la Fiscalía General de la Nación, frente a los escándalos en los que han estado envueltos los candidatos presidenciales, Juan Manuel Santos y Oscar Iván Zuluaga. Evidencia de ello, es la investigación “profunda” y constante que han hecho las compañías mediáticas y el organismo judicial, sobre el caso del hacker y su relación con Zuluaga, en comparación, con el poco seguimiento que se le ha hecho a la denuncia de la presunta negociación realizada entre JJ Rendón y los narcotraficantes, de la que se dice, fue conocida por Santos y en la que hubo dinero de por medio.
Este tipo de maniobras no solo hastía, sino que afecta la determinación que deben tomar los votantes, puesto que se resalta ampliamente el comportamiento negativo de un candidato, por encima de los errores cometidos por el otro. Es absurdo, que quienes deben preservar la imparcialidad y la veracidad, decidan declararle la guerra a una sola persona y no a los dos individuos que se han visto inmiscuidos en hechos inaceptables.
Ahora, es aún más degradante la lucha de insultos entre los candidatos, quienes olvidan sus pasados y no son conscientes de sus presentes, verbigracia de ello, es el discurso de Juan Manuel Santos, que tilda de paramilitar a Álvaro Uribe, omitiendo que él perteneció a su gobierno y que aceptó que el expresidente lo apoyará para que hoy en día, fuera presidente del país; y Zuluaga que no acepta ni rechaza su relación con el hacker.
Por esto, les pido a los votantes que reflexionen lejos de los medios de comunicación, que lean las propuestas de los candidatos y asistan a su cita con la democracia.