Medellín: Ciudad modelo de innovación, no sólo en Colombia, también en Latinoamérica y el mundo; referente de la cultura ciudadana y la solidaridad es sólo una triste fachada. Sólo el habitante de Medellín sabe que detrás de todos esos reconocimientos se esconde una profunda desigualdad social, una gran indiferencia ante las problemáticas de la sociedad y falta de gobernabilidad por parte de la administración municipal. La ley y el control no lo ejercen la policía ni las entidades creadas para esto, sino los combos delincuenciales y mafias en general.
Sin embargo, me apartaré de este panorama nada ajeno para el colombiano del común y me centraré en un caso puntual que, debido a su complejidad, me siento en la obligación de difundir. En el sector conocido como "La iguaná", justo al lado de la Universidad Nacional de Colombia, se encuentra un asentamiento de alrededor de 20 familias a la orilla de la quebrada que da nombre al sector. Ayer, 21 de marzo, recibieron la noticia de su desalojo (Con uso de la fuerza si fuese necesario), previsto para el próximo 27 del mismo mes.
Esta es la devastadora respuesta a estas familias provenientes del oriente antioqueño y Córdoba, que llevan una lucha incesante de 5 años para que se les reconozca como víctimas del conflicto armado y por ende, se les brinde la atención que el gobierno Nacional ha prometido y reciban el apoyo por parte de la Alcaldía de Medellín, especialmente en el tema de la vivienda.
Son varias las preguntas que me surgen: ¿Por qué en 5 años las autoridades no se pronunciaron, a pesar de las múltiples solicitudes, derechos de petición y acciones de tutela hechas por estas personas? ¿Por qué un desalojo y no una reubicación, como ésta comunidad lo ha pedido cientos de veces? ¿Que pasa con la prelación que deberían tener en la recepción de ayudas estas madres cabeza de hogar desplazadas? ¿Es acaso justo que se queden a su suerte, en la calle, más de 80 personas, más de la mitad niños? Y por último, ¿Dónde está Federico Gutiérrez, el proclamado "alcalde de la gente", actuando en pro de esta comunidad?
En este caso ha operado una evidente negligencia administrativa, que ha optado por abandonar a estas personas, en vez de ofrecerles una solución que exalte su dignidad. Mientras el alcalde se preocupa por el número de seguidores en twitter, facebook y viralizar noticias poco relevantes, éstas personas serán víctimas nuevamente de desplazamiento, esta vez intraurbano. En este caso (aunque seguramente hay muchos más de carácter similar), Medellín no forma parte de la solución, sino del problema, uno que parece no terminar.