El hecho sucedió en zona rural del departamento de Arauca, después de haber tenido a los militares durante 10 días. A su entrega dicha guerrilla publicó un comunicado donde sugiere: “Una vez más el Ejercito de Liberación Nacional, da muestras de su política humanitaria, a la vez que reiteramos nuestros propósitos de avanzar en la construcción de una paz verdadera, con justicia social y bienestar para todo el pueblo colombiano”. Los soldados fueron retenidos durante la emboscada en el Güicán (Boyacá) donde murieron 11 militares. Todo indica que la medición de la iglesia en cabeza del padre Francisco De Roux junto al obispo de Arauca permitieron que los dos jóvenes fueran entregados a una comisión humanitaria de la Cruz Roja Internacional, como prueba de que esa guerrilla también quiere hacer su propio proceso de paz.
