Lo que allí se va a aprender es lo que es llamado “la doctrina castrense”, que no es otra cosa que formarse en estrategias, tácticas, técnicas, procedimientos, uso de armas (de fuego, arrojadizas, nucleares), lenguaje y símbolos, que son utilizados para las operaciones de combate. En otras palabras, es ir a obedecer en contra de la conciencia, cuando este servicio militar es obligatorio.
Se dice por ahí, a manera de representación, que una vez un general, comandante de una brigada, le preguntó al soldado, con un tono fuerte y de poder: ¿soldado Quedu, qué horas son? Y el muchacho, intimidado, de estrato dos (2) y apenas salido del bachillerato, le contestó con voz fuerte, pues exigen ello, para demostrar valentía,… y le dijo: ¡¡Las que ordene mi general!!
Aquí, Charles Robert Darwin, Konrad Zacharias Lorenz, Sigmund Schlomo Freud cobran mucha vida e importancia.
No cabe la menor duda que es muy bello obtener las cosas y satisfacer nuestras necesidades a partir de los propios deseos, motivaciones y no a partir de sentimientos impuestos.
Las pasiones, sean estas buenas o malas, son fuente para cumplir los sueños, materializar el arte, adquirir un conocimiento, establecer una relación social, adquirir poder, desplegar el odio, la rabia, la agresión, etc.
No es otra cosa que la búsqueda de una vida con significado y en ese orden, es crear, establecer, materializar los escenarios o contextos, que garantizan una calidad de vida social, donde tiene cabida todo ser humano. El lector se estará preguntando ¿Una vida con significado es tener pasiones negativas?
Pues, las circunstancias sociales o escenarios se construyen desde una política pública, estas condiciones sociales o económicas, lo que buscan, es que produzcan un efecto de amor o de odio (destrucción). Ni siquiera que surja la rabia, pues se conoce que este sentimiento es temporal.
Por lo tanto, lo que se requiere, se busca o impone con el servicio militar es que las diferentes mentalidades, de los ciudadanos, sean vulnerables, maleables, de fácil condicionamiento. Es despertar las pasiones negativas, dando a entender que surgirán las pasiones positivas (reforzamiento). El porvenir.
La estrategia es organizar una serie de acciones que respondan a la búsqueda de satisfacer los propios deseos, recurriendo a la cognición de los demás, sin importarle los deseos, sentimientos que ellos (pueblo), quieren materializar. El objetivo es que renuncien a sus propios deseos, y no a los que se les quieren imponer.
En este orden de ideas, los espacios sociales son el laboratorio social, de los politiqueros. En estos contextos ellos determinan un ¿para qué? se condiciona la masa y ¿quién determina los objetivos?
El objetivo es buscar que todo sentimiento, pensamiento, comportamiento, encaje dentro de un plan y lo ponga en ventaja, al politiquero, para obtener todas sus pretensiones.
Dentro de los escenarios militares, quiéralo o no, lo que se alimenta es la necrofilia, pues son organizaciones estructuradas para la supuestamente defensa de Estado, pero ella lo que persigue es el aniquilamiento del otro. Es cambiar su yo (ego), del militar, por un nosotros (Dios y Patria). En consecuencia, es crear un vínculo, que se oponga a la oposición (ellos, los otros).
Un proverbio ucraniano dice: “Cuando ondea la bandera, la razón está en la trompeta” (K Lorenz, 1966. On aggression)
La estrategia es crear un enemigo en común, para que lo racional, lo crítico y las inhibiciones, desaparezcan, y pierdan sentido e importancia; de tal manera que la obediencia, este en contra de la conciencia, la moral y las buenas costumbres.
Todos, es decir “el nosotros” podemos triunfar “donde Dios y el hombre han fracasado” (Erick Fromm). Ese hombre son los supuestos “líderes sociales”, que solamente han trabajado para ellos y sus patrocinadores.
Una pregunta y que puede integrar todo lo dicho, hasta el momento, es, ¿ser agresivo, es la materialización de los instintos o es el producto de estar, o vivir en escenarios destructivos; es decir en espacios donde la irracionalidad del sistema social está presente?
Arnold Herbert Buss, psicólogo (1961) definió la agresión como: una respuesta, que comunica estímulos (sensitivos, cognitivos, motores) nocivos a otro organismo. Estos estímulos nocivos pueden ser expresiones corporales, visuales, palabras, agresiones, secuestros, desapariciones, violaciones, amenazas, homicidios, etc.
La agresión que surge frente a una amenaza, es dada por la supervivencia y allí termina. La otra, su fin es la crueldad y destructividad, cuya finalidad es la satisfacción de dominio.
Por lo anterior, es de vital importancia que la Policía Nacional sea separada de las Fuerzas Militares, pues la función de esta, es la de ser una institución, donde sus funcionarios son maestros del comportamiento social. Este proceso de comunicación, apunta a las buenas costumbres, ética, moral. Es enseñar que los espacios o contextos sociales, como públicos, es de todos y todos somos responsables de implantar reglas empáticas y de crecimiento colectivo.
Me acuerdo de pequeño, ir al parque era muy agradable. Pero para ir allí, mi madre me exigía primero terminar las tareas. Era tan hermosos esos contextos, que hacia las tareas. Allí me encontraba al “Agente” de policía, así se le llamaba. Este personaje, nos abría los columpios. Le quitan las cadenas que impedían su oscilación. Además de ello, nos enseñaban a jugar en equipo y saber entender y comprender por qué se perdía. Las agresiones o peleas no eran bien vistas, eran parte de los ignorantes y salvajes.
Es más rico, desde esta perspectiva, prestar el servicio militar en la policía nacional, como en la cruz roja, donde aprendí primeros auxilios y la radioafición. Ayudar a la gente es muy gratificante.
Continuando, en estos escenarios, académicos, laborales, familiares y públicos, en sí; la autonomía personal, social y sus formas de interacción, son los factores para comprender, interpretar y materializar una sana conciencia y de hecho manejar, de la mejor manera, las reacciones emocionales.
El contexto social es la fuente o catalizador, que potencia, los conocimientos, los pensamientos, razonamientos, sentimientos, actitudes, competencias, habilidades para ser un excelente ciudadano. Es acabar con la anomia, el nepotismo, la corrupción, el analfabetismo, las enfermedades, el desempleo, la miseria, la falsa meritocracia y la ley del más vivo, entre otras estrategias.
Debemos apuntar a acabar con el desequilibrio social, que provoca, las desigualdades, el hambre, la disfuncionalidad de algunos entes del Estado, las injusticias, la inseguridad, la discriminación, la asimetría, etc.
Observando e interpretando nuestra sociedad y cultura, debe ser como un sistema social integral, donde las entidades públicas como privadas en sus normas y procedimientos, funcionen como un sistema homeostático, en el sentido de tener un punto de ajuste estable, entre la entrada y salida. Mi abuela y madre desde su visión científica boyacense, decían: “Ni mucho que alumbre al santo ni tampoco que no lo alumbre”.
El cerebro colectivo debe estar protegido o estar blindado de la ignorancia y de sus manipuladores. Las ideologías, crean divergencias, para hacer pensar la realidad de diferentes maneras. Ello lleva a pensar en muchas personas que la miseria, pobreza, desnutrición, enfermedades, hacinamiento, ignorancia, desempleo, falta de oportunidades, son responsabilidad de cada uno de los individuos. “Estudien Vagos”.
Lo único que puede vencer la muerte, no solo física, sino la de ser ignorado, es el amor y los escenarios, donde el altruismo, solidaridad, colaboración, cooperación, empatía, trabajo en equipo, construyen el paraíso terrenal; donde lo común, es la fuente de vida y lo diferente es el enriquecimiento, del conocimiento. Es entender las contradicciones y superarlas.
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