El pasado 17 de mayo se conmemoró el día Internacional contra la Homofobia y Transfobia, una fecha que recuerda cuando la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de la lista de trastornos mentales. Exactamente hace 26 años.
Esta determinación significó un importante avance en el respeto de los derechos de la comunidad LGBTI, pero también coloca en evidencia los drásticos y absurdos niveles de incomprensión, prejuicio y discriminación a los que han sido sometidas las personas que hacen parte de esta población.
En diálogo con la Red de Prensa Alternativa del Sur Occidente Colombiano rpaSUR, el abogado Mauricio Noguera coordinador del equipo de género y enfoque diferencial de la Fiscalía General de la Nación, afirma que “aun en algunos países sigue existiendo el estigma patologizante sobre las personas homosexuales, y en países del Caribe se sigue persiguiendo la homosexualidad ya no como enfermedad, pero sí como delito”.
Resalta el abogado, al referirse a las violencias contra la población LGBTI en Colombia, que hay que diferenciar los tipos de violencias contra estas poblaciones. En este sentido hay una dinámica de violencia basada en la identidad de género y dinámica de violencia basada en la orientación sexual “contra mujeres “trans”. Por ejemplo, se han identificado homicidios con características de violencia muy altas, con ellas hemos identificado seis, siete u ocho disparos en el rostro o golpes donde ellas se han hecho procedimientos quirúrgicos” afirma el abogado.
Con respecto a los derechos que la comunidad LGBTI ha logrado en Colombia, Mauricio Noguera confirma que “la constitución ha sido muy clara con su sentencia al señalar que existe el matrimonio igualitario, Ahora viene una parte difícil que es la implementación de esta sentencia, lo que se deriva en materia de adopción, seguridad social, derecho laboral que lo tiene cualquier pareja heterosexual. Se equipara a las parejas del mismo sexo”
Frente a la posibilidad de acudir a la objeción de conciencia por parte de los jueces y notarios ante el matrimonio igualitario, noguera dice que “ Colombia está reconocido como un estado laico. En ese sentido el trabajo de los funcionarios públicos es hacer cumplir la constitución colombiana. Los jueces y notarios si bien tienen unas creencias religiosas, lo cierto es que la objeción de conciencia para ellos que son las personas llamadas a impartir la ley y la justicia estarían fuera de sus posibilidades. Ls jueces y notarios no pueden por objeción de conciencia negar los derechos de la población LGBTI”.