Uno mira alrededor para buscar la cuestión que lo motive a dejar en texto lo que puede provocar alguna emoción, o transmitirle alguna información al lector: la política podría ser, pero está todo tan saturado, hay tanto palabrerío en el ambiente, tanto afiche debajo de las puertas, tanta valla desde donde sonríen candidatos a alcaldías, concejos, asambleas, gobernadores, ediles, hay tanta promesa que no será cumplida, tanto abrazo hipócrita, tanta mano tendida por compromiso, tanto afecto fingido, que mejor no escoger ese tema para desarrollar.
Miro hacia otro lado a ver si encuentro argumento: el rearme de las Farc. Pienso en los que piden guerra y me da susto porque creo que ya va volver a empezar la plomacera que debido a los acuerdos se había calmado. Miro cómo los noticieros han vuelto a mostrar ataques de distintos lugares de la patria y me imagino que somos muchos los queremos que este espantoso panorama, de guerra y odios, que parece haber resucitado el pasado 29 de agosto cuando varios excomandantes de las Farc anunciaron que van a retomar las armas, no vuelva a ser el que miremos o escuchemos cotidianamente, pero entiendo que parece, son pocos que desean la paz, así que mejor dejar quieto el asunto.
Miro hacia el campo y veo la desilusión de quienes cultivan sin esperanza, agravado todo ahora con el verano inclemente, solo sembrando y produciendo para malvivir y empobreciéndose cada vez más y que tienen como aliciente solo un rosario de lamentos.
Leo los periódicos para encontrar de qué hablar: lo mismo de siempre, la repetición que duele: líderes asesinados y la impunidad que deja en el limbo estas muertes. La corrupción como una cantinela que asquea el alma; el riesgo siempre anunciado del fraude electoral en las próximas elecciones y que hasta hoy no se ha podido contrarrestar; la pérdida de los dineros públicos a chorros y que nadie ha podido o querido contener; desempleo que crece, robos, en fin, nada en especial de que escribir.
Decido para esta oportunidad mejor no escribir sobre nada, quizá para la próxima vez encuentre tema: que me disculpen los lectores.