En agosto del 2015, varias personas suscribimos una declaración, en solidaridad con el doctor Darío Acevedo Carmona, quien hoy dirige el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), en esa oportunidad nuestro respaldo al profesor fue por los señalamientos agresivos que desde una publicación afín a las Farc, en la Agencia de Prensa Anncol, en donde se utilizó un lenguaje hostil y vindicativo para atacar a Acevedo Carmona, quien hacía críticas a la forma como se desarrollaban las negociaciones en La Habana y por sus conceptos acerca del marxismo y el comunismo, que publicaba en su columna del periódico El Espectador, con ello se atacó la libre expresión que para la mamertería es una anatema.
Le puede interesar:
Dicho documento fue firmado y encabezado por el intelectual cubano norteamericano, Carlos Alberto Montaner y lo acompañamos cerca de 70 personas de distintos sectores de la vida nacional y figuras internacionales; lo que demuestra que la aversión hacia el profesor Acevedo de parte del comunismo totalitario con sus diferentes denominaciones, viene desde hace años y ahora con mayor encono al estar al frente del CNMH.
Así que la maquinación marxista en contra de la democracia colombiana continúa con su tarea, buscando que la historia y la verdad del conflicto político militar de las ultimas 6 décadas, sea un monopolio comunista y para eso cuentan con una cantidad de aparatos muchos de ellos de fachada, buscando minar la democracia liberal, que dentro del reduccionismo y maquiavelismo marxista es “burguesa”, por ello la conspiración permanente es un objetivo estratégico para la toma del poder político y establecer la dictadura, que necesariamente pasa por torcer la verdad y la historia, para engaitar a amplios grupos, especialmente de la academia y con ello cumplir con sus torvos fines, aplicando un relativismo moral que está en contraposición con la ética.
En el relativismo moral, se afirma que cada grupo o persona tienen su verdad y su historia, de acuerdo a sus conveniencias, lo cual es absolutamente falso, porque tanto la verdad coma la historia son únicas, y existe manipulaciones, acomodamientos, falsedades, verdades a medias y comentarios sesgados sobre los dos temas mencionados, pero estos seguirán siendo únicos y con el tiempo demostraran su autenticidad.
Quizás quiera leer:
Lo anterior a propósito de que la mamerteria quiere narrar la historia contando con medios de comunicación del Estado y privados, de acuerdo a su conveniencia, tomando de referente a las negociaciones de La Habana. Pero lo primero que se debe saber cuando se cuente la historia, es: ¿cuál ideología profesa el que la cuenta? y ¿qué se busca? Porque de la misma forma los seguidores del nazismo podrían hacer su contrarelato de la Segunda Guerra Mundial.
Entonces en primer lugar hay que asumir que si los antiguos jefes de las Farc van a exponer la historia de la violencia de más de 6 décadas, hay que advertir que por ser seguidores de la doctrina marxista leninista, su historia no puede estar ceñida a la verdad, pues como lo afirmaba el sátrapa ruso de Lenin “la verdad es un prejuicio burgués y a base de mentiras se puede construir una verdad”, así que la tergiversación y manipulación que hagan los comunistas totalitarios será perdida, ya que la batalla ideológica no es una fortaleza para el comunismo, y por eso siempre eluden el debate.
Ni la historia ni la verdad se pueden imponer, sin que se cuenten con elementos reales y rigurosidad para el discernimiento, así se tengan muchos medios, y por ello sin temor a ser desmentidos, hay que precisar uno de los responsables de la génesis del conflicto en Colombia fue la doctrina marxista leninista con la creación de los grupos armados para asaltar el poder, usando la estrategia de la combinación de todas las formas de lucha, patrocinados por el gobierno comunista de Cuba en donde Fidel Castro ayudó a constituir bandas guerrilleras en varios países de Latinoamérica en la década de los sesenta del siglo XX, siguiendo el mandato de la URSS, la cual por boca de su primer ministro Nikita Kruschev en febrero de 1961 afirmó que “su país apoyaría todos los movimientos de liberación en cualquier parte de la tierra” ello por la guerra fría, que enfrentaban con EE.UU.
Es una falsedad decir que por el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948, surgieron las guerrillas marxistas, ya que lo que hicieron los comunista fue reciclar parte de la violencia bipartidista de mediados del siglo pasado, años después del asesinato del caudillo liberal, y posterior a que se firmó el acuerdo entre liberales y conservadores, lo que condujo al Frente Nacional, advirtiendo que los marxistas no solo atracan la memoria de los grandes próceres de Latinoamérica, sino que también utilizan fechas trágicas y confusas como las del 9 abril, o la del 19 de abril de 1970, para montar su tinglado de falsedades buscando embaucar a la ciudadanía, y por ello se creó el M-19, que fue un desprendimiento de las Farc con Jaime Bateman que era un marxista recalcitrante y que lo único que cambiaba era la táctica, pues la estrategia comunista seguía siendo la misma, para la toma del poder.
Una de las frases que pronunció Jesucristo cuando se encontraba en la Tierra, fue: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”, demostrándose desde esa época que la mentira tiene un carácter diabólico para oprimir y esclavizar a los pueblos, y en los tiempos actuales conociendo lo que ha sido para la humanidad la secta marxista leninista la cual es seguida por las Farc y el Eln, cuyos principios se fundamentan en la mentira y la violencia, se puede afirmar que el comunismo totalitario como padre del odio no puede aparecer bajo ninguna circunstancia contando la verdadera historia de la violencia en las últimas 6 décadas.
No se puede hablar de post-verdades, ni del relativismo histórico en donde cada cual cuenta lo que se inventa o conviene, sino que hay una sola historia y una sola verdad, y en un prolongado conflicto como el colombiano se intenta desconocer la verdad con las posturas perversa del marxismo, pero lo importante es saber de dónde viene la narración, para hacer un juicio, subrayando que por ser el marxismo enemigo de la razón, en él no puede haber verdad, ya que desconoce la lógica, la ética y la moral.