Desde hace 18 años los Villafañe, una familia indígena arhuaca, ha bajado en una procesión de ocho horas desde la Sierra Nevada de Santa Marta hasta Valledupar para acompañar a José Ricardo Vallafañe en búsqueda de la corona más deseada: la de Rey Vallenato. Los tutusoma, esos característicos gorros del pueblo indígena, han sobresalido en el Parque de la Leyenda Vallenata todos estos años adornando uno de los palcos. La esperanza siempre estuvo puesta en el representante de la familia, que ha dedicado su vida a tocar el acordeón.
José Ricardo Villafañe parecía estar destinado a alcanzar la gloria. Y no era para menos con los maestros con los que ha estudiado los secretos del vallenato: Andrés El Turco Gil, José María Chema Ramos y Juan Davidl El Pollito Herrera dedicaron horas al joven arhuaco.
Sin embargo, la música no lo ha sido todo y su apellido hoy pesa no solo en la Sierra sino en toda la Costa Caribe, donde los Villafañe se han ganado fama de defensores de la naturaleza, pero también de aventajados políticos. El papá del acordeonero es el abogado José Vicente Villafañe, un reconocido líder arhuaco, miembro de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas (CNTI) y delegado de la Confederación Indígena Tayrona. Su tío es Danilo Villafañe, reconocido líder indígena de la Sierra Nevada que ha liderado importantes luchas ambientales, pero al mismo tiempo ha abanderado proyectos como el Six Sense, el hotel de lujo siete estrellas que en 2011 Juan Manuel Santos propuso construir en el parque Tayrona.
El apellido Villafañe tiene peso propio. Danilo Villafañe intentó ser senador con la Alianza Verde en 2014 aunque fracasó. Desde entonces se ha dedicado a invitar a la Sierra a importantes empresarios como los presidentes de Argos, Grupo Bolívar o Alpina, una costumbre que se convirtió en una convocatoria anual de empresarios y políticos para hablar sobre la filosofía ancestral del pueblo arhuaco. Ese alcance entre los grupos económicos le ha dado un gran reconocimiento a Villafañe, quien ha sabido usar esa influencia tanto al interior del país como en el extranjero, dando conferencias en Estados Unidos y Europa de manera recurrente.
El sello Villafañe ha ayudado a abrirse camino en el mundo de la política en donde la participación de minorías cada vez tiene un peso mayor. Y José Ricardo Villafañe no ha sido la excepción. Además de su temprana vocación musical hizo carrera a una temprana edad en la oficina de Asuntos Étnicos en la Gobernación del Cesar a donde llegó cuando tenía 22 años. En el 2020 culminó la carrera de Contaduría Pública en la Universidad Popular del Cesar y rápidamente saltó a la Registraduría Nacional de Valledupar. Hoy estudia Licenciatura en Música.
Considerado un relacionista público, Villafañe no se quita su traje blanco arhuaco, la mak-u- (manta blanca), el tutusoma y la mochila. Esta imagen lo ha llevado a tocar en conciertos de Carlos Vives, quien lo ha invitado personalmente para que entone el acordeón para él. Villafañe también ha recibido apoyo del Ministerio de Cultura y ha cultivado amistades de tanto peso como el mismísimo registrador Alexánder Vega o el ministro de Defensa Diego Molano.
Después de 18 años de intentos, por fin el pasado 17 de octubre en la tarima Francisco El Hombre, José Ricardo Villafañe fue coronado Rey Vallenato. Sin embargo, su coronación no causó el estupor que acostumbraba a tener el reconocimiento en el público. Muchos aseguraban que había mejores candidatos, pero el verdadero reproche a la elección de Villafañe era por una demanda que pesa en su contra en la Fiscalía, un lunar que no puede ocultar.
En la madrugada del primero de noviembre de 2020, la novia de Villafañe, Nohamis Carolina Viana Suárez, de 22 años, lo denunció ante la Fiscalía por el delito de lesiones personales. Borracho y en una escena de celos, José Ricardo la golpeó severamente en un hotel de Valledupar. El único pecado de Nohamis fue contestar la llamada de un amigo. El Rey Vallenato le fracturó los dientes y le causó hematomas en el cuerpo. La joven alcanzó a escapar de la habitación del hotel y puso fin a los dos años de relación que tenía con el acordeonero.
Villafañe tuvo que enfrentarse por primera vez a la justicia en una audiencia el 19 de febrero de 2021. Además, para el pasado 14 de octubre, el mismo día en que empezó el Festival Vallenato, tenía programada la audiencia de acusación y en la que sería imputado por el delito de lesiones personales agravadas, sin embargo, su abogado defensor argumentó quebrantos de salud para solicitar el aplazamiento de la audiencia judicial.
Pero la salud no resultó obstáculo para Villafañe a la hora de subirse a la tarima de Francisco El Hombre en la Plaza Alfonso López y pegársele a su acordeón en un concurso que es extenuante pues sus participantes deben tocar por varias horas al día su instrumento en su intento por demostrar que son los mejores del género. Villafañe enfrentó a otros cuatro fuertes rivales, su actuación demostró que la energía y un ritmo impecable para montarse a la tarima durante 3 días consecutivos para coronarse Rey Vallenato. En un inicio el grupo era de 30 participantes el primer día que pasó a 15 en la semifinal y que terminó con un grupo selecto de 5 finalistas. Villafañe derrotó a 29 rivales interpretando desde vallenatos hasta paseo, puya y merengue. Con tal actuación, quedo en evidencia que Villafañe goza de buena salud y que la excusa médica de la que se valió su abogado para excusarlo de no comparecer a juicio el 14 de octubre, penda de un hilo. Asimismo, el juez aceptó la excusa a sabiendas de que Villafañe es una figura pública en Valledupar y se sabía que sería la gran estrella del Festival Vallenato número 54.
Villafañe no olvidó el agradecimiento a toda voz a su jefe el registrador Alexander Vega, cuando se celebraba su consagración como nuevo rey vallenato.
No todos celebraron con él. Le trajeron a colación el oscuro episodio de maltrato físico a su exnovia quien, aunque se armó de valor para denunciarlo en la Fiscalía, tendrá que esperar hasta febrero de 2022 para que Villlafañe comparezca ante un juez, con corona y todo, y responda por la golpiza que le propició a Nohamis Carolina Suárez.