Además del Pueblito paisa, la Piedra del Peñol y la Comuna 13 como algunos de los sitios más característicos de Medellín, también hay que hablar del edificio Coltejer como el símbolo de la pujanza de los paisas y de esa época cuando la ciudad de la eterna primavera era la capital de la industria textil en Colombia. La construcción rompió hitos en cuanto a su diseño y su proceso de elaboración; pero también alcanzó récords como el de ser el edificio más alto de Latinoamérica en el momento de su inauguración. La historia del edificio Coltejer empezó en la cabeza de Rodrigo Uribe Echavarría, gerente de la textilera, y terminó en una de las esquinas más famosas de la ciudad.
| Vea también: El odontólogo colombiano que se enamoró de los castillos europeos y construyó uno en Bogotá
Coltejer, la empresa familiar que levantó su propio edificio
Para poder hablar de la historia del edificio Coltejer hay que viajar 60 años antes del inicio de su construcción. En 1907, Alejandro Echavarría fundó la Empresa Colombiana de Tejidos en Medellín, en el que fue el inicio de un emporio familiar que puso en el mapa a la capital de Antioquia en el mercado textil. El crecimiento de la compañía, que inició con 12 empleados, fue exponencial y, para 1968, aún dirigida por un Echavarría, era una de las empresas más reconocidas del país. En ese momento de gloria fue cuando su gerente decidió hacer un edificio acorde al reconocimiento de la compañía y se ideó el edificio Coltejer.
Empeñado en que la construcción se ubicara en un sector importante de la ciudad, compró un terreno que antaño se había conocido como la esquina de oro, en donde había estado el bellísimo edificio “Gonzalo Mejía”, que había sido diseñado por el arquitecto belga Agustín Goovaerts y tenía en su interior el hotel Europa, uno de los más cachetudos en Medellín por ese entonces, y el Teatro Junín, el epicentro de la crema y nata de la ciudad. En ese espacio, que ya no tenía el mítico edificio, pues fue demolido en 1967, fue donde se vislumbró el edificio Coltejer, un sueño que se puso en marcha con un concurso.
| No se pierda: La historia del embalse La Regadera, la primera hazaña de ingeniería que le suministró agua a Bogotá
El concurso que puso en marcha la historia del edificio Coltejer
Entre los requisitos para poder hacer parte del concurso del diseño del edificio Coltejer, Rodrigo Uribe Echavarría tenía claro que quería una firma que fuera 100% colombiana y, mejor, si era de Medellín. Fue entonces cuando recibió varias propuestas; pero la asociación entre Raul Fajardo, papá de Sergio Fajardo; Germán Samper Gnecco, uno de los arquitectos más reconocidos del país; y Aníbal Saldarriaga, Jorge Manjarrés y el ingeniero Jaime Muñoz, fue la que más llamó la atención. El diseño, para el gerente, jamás pasaría de moda y entonces le dio la licitación al consorcio.
Dentro de los jurados del concurso estuvieron importantes arquitectos de la talla del italiano Pietro Belluschi o el colombiano Diken Castro; y ya elegido el proyecto, Fajardo, Samper, Saldarriaga y Manjarrés se hicieron con 12 millones de pesos de la época por ser los ganadores. Inmediatamente se pusieron manos a la obra y contrataron al equipo técnico, que tuvo a un subgerente y encargado de la programación, a un interventor de la estructura, a un interventor de acabados y a un interventor de instalaciones.
| Lea también: Este fue el primer estadio de Colombia, cuna del fútbol, que visitó Pelé y terminó en el olvido
El edificio más alto de Latinoamérica y estandarte de Medellín
Para la construcción del edificio Coltejer se contrataron un total de 700 empleados directos y 5 mil indirectos. Obreros, maestros y profesionales hicieron parte de ese hito de la arquitectura colombiana que duró 4 años levantándose, de 1968 a 1972. Según la página oficial del mismo edificio, “se utilizaron 6 millones de clavos de acero, 18 mil metros cúbicos de concreto y 3.800 kilómetros de varillas de hierro” en la construcción. Además, “se invirtieron 700 mil horas por hombre” para acabar la construcción.
Al momento de su apertura, en 1971, el edificio Coltejer se convirtió en el edificio más alto de Latinoamérica con 175 metros de altura y 37 plantas, superado en 1974 por el Centro de Comercio Internacional de Bogotá. Como su creador lo soñó, se convirtió en el símbolo de la pujanza de los paisas y dentro de sus paredes, Coltejer tuvo su parte administrativa hasta 2020, año de la pandemia que finalmente terminaría por desaparecerla del mercado.
Ahora, aun manteniéndose imponente en el horizonte de Medellín, el rascacielos alberga empresas como Postobón, RCN Radio, Icetex, entre otras, teniendo un presente más feliz que el de la compañía que lo puso en pie y siendo, como Rodrigo Uribe Echavarría lo quiso en algún momento, en edificio que le planta cara la modernismo y que parece que hubiese sido construido en este siglo, aun cuando tiene más de 50 años.
| Le puede interesar: