Mucho se sabe de lo que ocurría antes de la conquista en América, los indígenas tenían su propio sistema y creencias. Pero no se hablaba mucho de su relación con animales domésticos y lo más interesante es que estos sí existían y tenían también sus funciones dentro de la civilización. Sin embargo, no eran originarios de esa zona, existe toda una historia de cómo llegaron los perros precolombinos, qué razas los representan y cómo vivían junto a los nativos.
Lo primero que debemos recordar es que el perro doméstico llamado Canis lupus familiaris, fue el primer animal domesticado por la raza humana hace 30.000 años. Fue a través de la historia y los años que estos animales construyeron un linaje de más de 400 razas creadas por el ser humano con sus propias características y códigos genéticos. Aunque todas vienen de los lobos.
Descienden de la única especie del género Canis que en realidad es un único animal, el lobo gris, llamado Canis lupus. Este fue domesticado hace 15.000 años como lo indican los estudios realizados en el Instituto de Medicina de los Estados Unidos, de siglas NIH en inglés. Quienes también incluyeron en su investigación a los perros precolombinos.
Así llegaron los primeros perros precolombinos
Estos estudios de la NIH, confirman que los perros ya estaban en esta parte del mundo antes de la llegada de Colón para la conquista. Es decir, no eran americanos, sino que fueron transportados por los primeros migrantes de la humanidad que venían desde Asia por medio del Estrecho de Bering.
Para determinar qué razas representan en la actualidad a estos perros que vivían en América, en el estudio se hizo también una investigación filogenética. Derivando en que las razas nativas de perros Inuit, esquimales, de Groenlandia, Chihuahua, Xoloitzcuintle y el perro sin pelo del Perú, son las que contienen este linaje precolombino en su ADN.
Estos perros ya hacían parte de la cultura nativa en América antes de que iniciara la conquista española según losafirma la NIH, sus registros arqueológicos e históricos arrojan esta evidencia “La evidencia arqueológica más antigua de la presencia de perros en las Américas data de hace 10.000 a 8.500 años, por lo que el perro fue el único animal domesticado en América durante varios miles de años”, se afirma en el documento.
¿Cómo eran y qué hacían?
Los perros que habitaban la América precolombina tenían poco o nada de pelo y formaban parte de las ceremonias ancestrales. Así lo confirman algunos cronistas en sus relatos sobre lo que encontraron en el continente “Por las casas de los indios se ven muchos perros diferentes de la casta de España, del tamaño de gozques a quien llaman chonos”, relataba Pedro Cieza de León en ‘Crónica del Perú del siglo XVI’. Estos animales eran utilizados para cazar, transportar alimentos, la mera compañía e incluso con un fin religioso y medicinal, además, se aseguraba que muchos eran mudos, no ladraban.
Aunque en otros casos también eran sacrificados en rituales y actos ceremoniales “los indios wancas sacrificaban con perros porque ellos comían perros”. En estos rituales se incluía coca y sangre de los canes. En su escrito, él añade “así dicen que decía: ‘Señor guaca Carvancho Uallallo, no te espantes cuando dijere uac (ladrido), que sabes que son nuestros antepasados‘” cuenta Guamán Poma de Ayala, un cronista indígena de ascendencia incaica de la época del virreinato del Perú.
Raza más famosa en la actualidad
La mayoría de perros calvos en la actualidad provienen de estos ancestros precolombinos, de hecho, un estudio de biología molecular de 2010 demostró que todos los perros calvos del mundo derivan de un ancestro común, el cual sufrió una mutación en un gen del cromosoma 17, que le impedía la formación de una proteína fundamental durante el desarrollo del ectodermo, dando como resultado que este no progrese y no salga pelo.
El más común de todos es el Xoloitzcuintle, raza de perros que era venerada en aquellos tiempos prehispánicos, pues según la creencia de esos tiempos estos animales eran guardianes de los espíritus, que guiaban a las almas de los fallecidos por el largo y difícil camino por Mictlán, la ciudad de los muertos.
Son tan populares que incluso Frida Kahlo convivió con ellos y Diego Rivera en su famosa Casa Azul hasta su muerte en 1954. Fue ella quien los adoptó y los pintó en varios de sus cuadros. Al saber que eran descendientes de los perros calvos precolombinos. En sus obras, los llamaba El señor Xolotl, en referencia al nombre original de la raza, Xoloitzcuintle, que por cierto significa Perro de Xólotl o Perro monstruoso.
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