Cuando Silvestre Dangond comenzó con su carrera artística tuvo dos grandes aliados, su mánager Carlos Bloom y su acordeonero Román López, con quien en 2002, en compañía de Sony Music, lanzó su debut llamado Tanto para ti.
Un disco bonito que incluía grandes canciones como “Quién me mandó” y “Muñeca de porcelana”, con las que el nativo de Urumita comenzó a mostrar sólo una parte del talento que ahora le conocemos, pero que fue un fracaso. Se dice que esta razón fue la que ocasionó que la dupla se disolviera.
Así que fue para su segundo y tercer disco, cuando comenzó a grabar con el acordeonero Juancho De La Espriella, que la fama de Silvestre Dangond comenzó a dispararse. Por ejemplo, en uno de estos álbumes llamado Más unidos que nunca fue donde presentó “La colegiala”, una canción compuesta por él mismo que se convirtió en su primer gran éxito nacional.
Sus tan recordados años con Juancho De La Espriella también le dejaron otras canciones que ahora pueden considerarse clásicos del vallenato: “La indiferencia” (su primer éxito que se escuchó fuera de Colombia), “Dile”, “Ahí, ahí”, “Me gusta, me gusta”, “Que no se enteren”, “Calidad de vida”, “Cantinero”, “La tartamuda” y “La gringa”, entre muchas otras.
Pero en 2012, Silvestre comenzó a sentir que su sonido se estaba estancando y que había una monotonía dentro del proyecto, así que decidió explorar grabando con el acordeonero Rolando Ochoa, muy respetado en el vallenato y además heredero del legado de su padre Calixto Ochoa. Un juglar nacido en un pueblito del Cesar que, entre otros muchos logros, es recordado por haber sido uno de los primeros miembros de Los Corraleros del Majagual.
En ese momento Silvestre Dangond estaba en la cima, giraba por todo el país con llenos totales y despertando un fervor que sólo era comparable con el de una estrella de rock. Es más, en Colombia ningún solista de la denominada música alternativa despertaba una pasión semejante. Así que su disco con Rolando Ochoa, fue recibido con la misma o con más devoción que los anteriores.
Se llamó La novena batalla (2013)y aunque inicialmente recibió muchas críticas por la portada, con un soldado que el público confundió con un paramilitar, a pocas semanas de lanzado borró toda polémica con éxitos como “La difunta”, “Culpa de los dos” y, uno de los mayores éxitos de toda la carrera de Silvestre, “Loco paranoico”.
Una canción que nació gigante, pero que creció mucho más cuando Alkilados, que en el momento era una de las agrupaciones urbanas más grandes de Colombia, le propuso a Silvestre Dangond que juntos la transformaran en una bachata. Infortunadamente, la relación entre Rolando Ochoa y Silvestre Dangond a pocos meses del lanzamiento del disco.
En los años siguientes, Silvestre grabó con otros acordeoneros, como su primo Lucas Dangond y, de a poco, se fue metiendo en el mundo de la música urbana en el reggaetón. Siguió cosechando éxitos, entre ellos “Materialista”, otra de sus canciones más recordadas; pero sus fanáticos comenzaron a pedirle reuniones con cada uno de esos intérpretes.
Y aunque todavía está la posibilidad de graben más discos juntos, sobre todo con Juancho De La Espriella, la cita en el estadio El Campín (que ya agotó boletería) del próximo sábado 18 de mayo, será una forma en la que Silvestre les comunicará a sus fanáticos que él es el más interesado en cumplir la promesa que ha hecho en varias ocasiones.
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Juancho De La Espriella, el acordeonero que disparó a la fama a Silvestre Dangond
El artista sincelejano Juancho De La Espriella, comenzó su carrera con un cantante llamado Miguel Cabrera, a comienzos de los años ochenta. Con él grabó varios discos, pero ninguno les funcionó.
A fines de los noventa se unió con –el ahora consagrado artista vallenato– Peter Manjarrés, quién entonces no gozaba de la popularidad que irá consiguiendo en los años siguientes. Entre las canciones más importantes que grabaron juntos se recuerdan “La que me quita el sueño” y “Paseo en concordia”, incluidas en el disco Llegó el momento, que salió en el año 2002.
En su último concierto grabado, llamado Ta bueno, Silvestre Dangond invitó a su colega a que los dos cantantes interpretaran “Paseo en Concordia”.
El 2003 no sólo fue el año en que Juancho De La Espriella comenzó a tocar con Silvestre Dangond, sino el momento en el que el acordeonero acompañó a Diomedes Díaz en una canción que grabó desde la cárcel. Más precisamente, desde un estudio a pocas cuadras del reclusorio, donde ‘El cacique de la junta’ cumplía su pena luego de haber sido condenado por la muerte de su admiradora Doris Adriana Niño.
En esos años, Silvestre Dangond y Juancho De La Espriella grabaron composiciones de varios astros del vallenato: Omar Geles, Rafael Escalona, Wilfran Castillo, Kaleth Morales; un detalle que ayuda a entender por qué en esa primera década del nuevo milenio se multiplicó tanto la fama de ambos.
Se dice que cuando se separaron fue por diferencias personales, aunque Silvestre Dangond también reflejó en una de sus canciones que Juancho De La Espriella habría estado pidiéndole una mayor participación económica, que inicialmente el nativo de Urumita habría accedido a pagar.
La efímera, pero poderosa, combinación con Rolando Ochoa
Silvestre Dangond y Rolando Ochoa sólo grabaron un disco juntos, pero su combinación fue tan poderosa, que no sólo les regaló algunos de los mayores éxitos de sus carreras como “Loco paranoico”, “Un amor verdadero” o “Lo ajeno se respeta”, sino que dejó a muchos fanáticos antojados de que se reunieron en el estudio a grabar otra producción.
De ese encuentro no sólo quedo su disco de 2013, sino una reedición y concierto que salieron al año siguiente. En esa época los videos oficiales de Silvestre Dangond tenían una particularidad, todos –o casi– eran grabaciones en vivo.
Probablemente porque Silvestre entendía que la mejor carta de presentación de su música eran sus fervorosos fanáticos. Cada uno de esos lanzamientos audiovisuales arrasaba con internet, varios ya cuentan con millones de reproducciones en YouTube.
Pero el año pasado, durante una entrevista con el influencer urbano Dímelo King, Silvestre se sinceró y contó por qué rompió su relación con Rolando Ochoa y explicó que tenían ideas diferentes, problemas de comunicación.
También se sinceró contando que la división no se dio en los mejores términos, por lo que el próximo encuentro de ambos en el show en el estadio El Campín podría ser una forma de comenzar a curar viejas heridas de ambos.
¿Pero qué relación profesional no tiene heridas? Y aunque Silvestre Dangond y, su otro acordeonero estrella, Juancho De La Espriella, sí han grabado juntos luego de su ruptura (un tributo a Leandro Díaz en tiempos post-pandémicos), es posible que el concierto sea un primer paso para que el universo conspire nuevamente en favor de los tres artistas.