Antonio Caballero, uno de los más agudos críticos del establecimiento y el poder en Colombia, ha decidido contribuir a la necesaria verdad histórica que reclama el proceso de paz. El título de su obra no deja dudas sobre su visión y desde donde escribe, se trata de una Historia de Colombia y sus oligarquías desalmadas.
La manera como se ha escrito la historia y la manera como se enseña le resultan inadmisibles, dañinas: “Llevo muchos años, desde el bachillerato, entendiendo que la historia nos la cuentan mal. En primaria y bachillerato llegábamos solo hasta la Patria Boba. Ya ni siquiera se enseña eso en los colegios. Los niños tienen una historia completamente deformada, así como gran parte de los adultos de Colombia. Me he dado cuenta que eso era completamente absurdo. ¿Por qué no nos querían contar la historia de Colombia? Llevo 50 años teniendo la idea de hacer un libro de la historia de Colombia, contando lo que no nos cuentan.
»Me parece inevitable que sean las oligarquías, es decir, pequeños grupos dirigentes, dominantes, quienes mandan en los sitios. Pero que sean ellos mismos quienes cuentan su historia, me parece dañino. La estoy contando desde un punto de vista distinto.
» Las oligarquías colombianas que han sido sucesivas y que de unas han brotado las otras, tienen dos características propias: que han sido las oligarquías más irresponsables del mundo, y de la historia del mundo. En Colombia no han existido clases dirigentes sino únicamente clases dominantes.
» Los tres grandes temas que aparecen desde los primeros años de la Conquista, la violencia, la corrupción y el abuso de la ley, la existencia de la corrupción y al mismo tiempo de la denuncia de la corrupción, se repiten a lo largo de nuestra historia, los estamos viviendo todavía.”
Las oligarquías no solo han dominado en la historia de Colombia, también han escrito la historia a su manera, han ordenado qué y cómo se debe enseñar la historia oficial, historia amañada, historia interesada, historia de los con apellidos y exclusión de los sin nombre, como lo recuerda Eduardo Galeano.
Las oligarquías no solo han dominado
en la historia de Colombia,
también han escrito la historia a su manera
Preocupadas por la decadencia de la historia oficial y su poca credibilidad, ante la emergencia de una nueva historia que puso fin a las leyendas patrias y los mitos sobre nuestros grandes héroes, las autoridades educativas decidieron desterrar de escuelas y colegios la enseñanza de la historia. El número de horas semanales fue reducido al mínimo. La enseñanza de la historia fue remplazada por una nueva asignatura denominada Ciencias Sociales, en la cual se empaquetó la enseñanza de la historia, la geografía, la cívica y la educación para la democracia.
A su vez, la enseñanza de las Ciencias Sociales ha sido reemplazadas por un enjambre de cátedras, que surgidas de una ley del Congreso o del capricho de un ministro de Educación, se han implantado sin ton ni son. Los profesores de ciencias sociales no pueden enseñar el programa completo de Historia o de Geografía, pues deben atender la enseñanza de las manidas cátedras en las dos o tres horas de que disponen. El resultado es el mismo para todas: un decreto que al cabo de uno o dos años quedan en el más completo olvido y abandono, a la espera de que se decrete una nueva cátedra
Ahora la cátedra de moda es la Cátedra por la Paz, “de obligatorio cumplimiento en todos los colegios públicos y privados del país”, sin formación para los docenes, sin herramientas pedagógicas ni textos, lo que importa es que existe una ley que así lo ordena, poco interesa que en los colegios no se esté cumpliendo.
La historia de Antonio Caballero es una invitación a repensar nuestro pasado, una gran oportunidad para que la enseñanza de la historia vuelva a nuestras escuelas y colegios. La obra cubre desde la Conquista hasta el Paramilitarismo, desde 1498 hasta el 2017, pasando por El Dorado y su búsqueda, La Colonia, La preindependencia, La guerra de Independencia, Santander y la familia Mosquera, Guerras civiles y politiquería, La Guerra de los Mil Días, La República Liberal, La Violencia, De Marquetalia al Caguán.
Los 12 capítulos, escritos e ilustrados por la aguda pluma del periodista y caricaturista, estarán al alcance de todos, especialmente de los profesores de historia, mediante entregas mensuales que se pueden leer en el portal de la Biblioteca Nacional, la cual en buena hora ha respaldado este importante proyecto cultural y político. Hasta el momento se han publicado los dos primeros capítulos (Los hombres y los dioses y En busca de El Dorado).
A diferencia de la historia tradicional que concentra su atención en la Conquista, la Colonia y la Independencia, Antonio Caballero se ocupará de nuestra historia reciente, de los siglos XX y lo que va corrido del siglo XXI. Dos siglos en los cuales se incubó el huevo de la serpiente de la corrupción, los años en que fueron tomando forma los ingredientes del desastre: parapolítica, paramilitarismo, narcoeconomía, neoliberalismo rapaz, privatización de lo público, debilitamiento del estado de bienestar, profundización de las desigualdades.
La obra de Antonio Caballero nos convoca a ponerle la cara a la historia. A mirarnos sin miedo en el espejo de nuestro pasado de violencia, corrupción e injusticia. A reconocer culpas propias y ajenas. Abandonar la patria boba, en eso llevamos casi dos siglos, desde 1810 hasta hoy, y por supuesto, superar esa historieta llena de héroes y presidentes que hicieron muchas e importantes obras, pero nos heredaron un país invivible, segregado, injusto, pobre y atrasado.
