Después del desbordamiento del río Llobregat, que dejó cientos de muertos y de casas derrumbadas, la familia Carulla Vidal huyo de la pobreza en Barcelona, España. Eran los primeros años del siglo XX. En la búsqueda de un lugar muy lejano para empezar de nuevo, José Carulla, con 30 años encima, se embarcó hacia el continente americano. Llegó al puerto de Barranquilla de una desconocida Colombia y por recomendación de paisanos europeos se montó en otro barco y atravesó el país por el río Magdalena hasta llegar a Santa Fe de Bogotá, una capital que terminó haciendo suya.
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José Carulla encontró en el café, el caucho y el cuero un buen negocio. Un año después de haber llegado a la Bogotá de aquellos años creó la empresa Carulla y compañía. A través de cartas y telegramas abrió mercado en Europa y empezó a exportar aquellos productos, hasta que el gobierno prohibió la exportación de cuero, que era su principal fuente de ingreso. José Carulla se volcó con afán a la venta y exportación de frutas, negocio con el que abrió una bodega de almacenamiento en San Victorino, muy cerca de la estación del tren de La Sabana.
La historia de Carulla empieza con El Escudo Catalán, que fue la primera tienda con venta directa al público que José Carulla abrió en Bogotá. Lo hizo después de asociarse con el comerciante Francisco Molinos. Era una tienda de abarrotes y licores puesta en inmediaciones de la Plaza de Bolívar. Esta tienda, importadora de productos de calidad, se convirtió en la preferida de familias refinadas que buscaban vinos españoles y franceses, tabacos holandeses, galletería y chocolates europeos.
El crecimiento de la tienda de José Carulla fue vertiginoso. Tuvo que abrir un par de locales más en los que también su fuerte eran los productos importados. Todo marchaba bien hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial. Los productos traídos de Europa escasearon. José Carulla Vidal, junto a su hijo, con el que compartía nombre y apellido: José Carulla Soler, quien para aquellos años ya era ingeniero químico y le ayudaba a comandar las tiendas, tuvieron que cambiarle el rumbo a las tiendas.
Fue por aquella época, ya alejado de su socio, padre e hijo abrieron otra tienda grande en la que a los abarrotes y licores les sumaron frutas, granos, hortalizas. La pusieron en Teusaquillo, al igual que los anteriores negocios, ligada a la marca Carulla y Cia. Esta gigante tienda fue novedosa en el país y rápidamente ganaron prestigio. El segunda tienda la pusieron en la Calle 72 con Séptima. Y a esta le siguieron muchas más.
Carulla fue la primera tienda en Colombia que implementó el uso del carrito de mercado, una idea que don José Carulla Vidal copió de almacenes que visitó en Estados Unidos. Fue en el año 1939. Fue también la implementación del autoservicio y la eliminación del tendero. Diez años después, luego de otros viajes por el mundo, Carulla se convierte en un Supermercado. Carulla fue la primera tienda en el país con el formato de una gran superficie. Este gran paso se dio en 1953, un año antes de fallecer don José Carulla Vidal, a los 80 años.
La empresa queda en manos de su hijo José Carulla Soler, quien empezó a llenar de tiendas Carulla toda la ciudad de Bogotá y otras del país como como Cali y Cartagena a donde llegó en 1970. Por aquellos años Carulla era el supermercado más importante de Bogotá y el de más alto estándar. Carrulla fue considerado —aún los pocos que quedan abiertos lo son— como el supermercado para las élites y las familias más acomodadas, aunque poco a poco fue también a parar a barrios populares de la ciudad. Por aquellos días tenían 56 Carulla y 17 Merquefacil, otra de sus marcas.
Llegado el fin del siglo XX, en 1999, con la idea de fortalecer la estructura empresarial para competirles a los supermercados que estaban naciendo por aquella época, aceptaron la inversión del fondo estadounidense Newbridge Andean Partners, que se quedó con el 25% de la cadena. Fue una mala decisión como empresa familiar. El nuevo inversionista, unido a 17 accionistas minoritarios que ya tenían de años atrás representaban el 51% de Carulla. En ese momento, sin darse cuenta, los Carulla perdieron el control de la compañía.
La nueva junta decide asociarse con Vivero de la familia barranquillera Azout, quienes también se van haciendo dueños de la marca Carulla y la familia fundadora va perdiendo poder y presencia. Un par de años después la familia Carulla vendió su parte y como dueños quedaron el fondo Newbridge y la familia Azout.
En 2006, después de un año de conversaciones, el grupo Éxito compró el 72% de Carulla por 470 millones de dólares. Y así, unos meses después, la marca Carulla, el primer supermercado de Colombia, terminó en manos francesas, después de que el grupo Éxito rechazara una oferta multimillonaria de la familia Gilinski y aceptara la que le ofreció el grupo francés Casino, que desde ese 2006 se convirtió en amo y señor de los almacenes más grandes e importantes del país.
