A principios de esta semana, la empresa biotecnológica alemana BioNTech, junto con su socio, el gigante estadounidense Pfizer, se convirtió en la primera farmacéutica en desarrollar una vacuna con una eficacia del 90% contra el coronavirus, un gran avance internacional que ha traído esperanza a los ciudadanos y alegría a las bolsas y economía mundiales. Pero, ¿quiénes son los científicos que están detrás de la posible vacuna?
Ugur Sahin y Özlem Türeci, son el matrimonio de médicos de origen turco cofundadores de la empresa alemana BioNTech. Se trata de un matrimonio de expertos en cáncer. De hecho, en la sede de la biotecnológica en Maguncia, cientos de científicos entre sus 1300 empleados de medio centenar de países se dedican a desarrollar inmunoterapias individualizadas para enfermos de cáncer y , desde hace diez meses, dedican buena parte de sus recursos a la vacuna de la covid-19. Empezaron a hacerlo el 27 de enero, mucho tiempo antes de que el coronavirus se propagara exponencialmente paralizando países enteros. Y en marzo anunciaron su colaboración con Pfizer. El consorcio con grandes empresas no es algo nuevo para estos investigadores que ya han colaborado en el pasado con Sanofi, Bayer o Roche entre otros. La prensa alemana sitúa a Sahin entre las mayores fortunas del país.
Ugur Sahin, de 55 años, es el presidente de la Empresa. Nació en Turquía, y llegó a Colonia a los cuatro años con su madre. Estudió Medicina y se especializó en oncología e inmunología con un doctorado summa cum laude. La doctora Türeci, de 53 años, también hija de inmigrantes turcos, nació ya en Alemania y goza de mucho prestigio en el país. Ambos se conocieron en la universidad de Hamburgo y una anécdota refleja a la perfección su compromiso científico. Según ellos mismos cuentan, el día de su boda trabajaron en el laboratorio, fueron a casarse en un descanso y después volvieron al trabajo.
Antes de BioNtech, la pareja de expertos en cáncer tuvo otra empresa de biotecnología, Ganymed Pharmaceuticals, que trabajaba en respuestas inmunes contra el cáncer de esófago y que vendieron dos años antes de fundar la actual a la japonesa Astellas Pharma por al menos 420 millones de euros.
Sahin compara el ascenso de BioNTech, que ahora tiene 1300 empleados, con el del fabricante de coches eléctricos Tesla, aunque la modestia del científico de hecho contrasta con el comportamiento estridente del fundador de Tesla, Elon Musk.
Sahin contó a medios alemanes que se enteró por primera vez del coronavirus a través de una publicación científica en enero, que describió el brote en Wuhan. Rápidamente se dio cuenta de que la enfermedad se extendería. "Pensamos que era nuestro deber ayudar aquí también, porque tenemos las condiciones básicas para desarrollar vacunas", relató Sahin.