De dientes para afuera, Zinedine Zidane, haciéndole caso a su jefe Florentino Pérez, ha dicho que no quiere que se vaya James, que él será esencial en el funcionamiento de la nueva versión del equipo. Sin embargo, Zidane nunca le ha perdonado los supuestos deslices que tuvo el 10 a principios de la temporada pasada. Está claro que el francés no está juzgando con el mismo rasero a sus jugadores. A Benzemá le perdonó el escándalo que lo vincula con una extorción, a Isco la arrogancia y la pereza en los entrenamientos, pero a James no.
Fuentes cercanas al club dicen que el técnico quiere a Pogba o a Hazard que al colombiano. Por eso el francés le ha suplicado a Florentino que acepte los más 40 millones de dólares, precio máximo que han ofrecido otros clubes como el Manchester United o el PSG, por el goleador del pasado Mundial. El presidente blanco no va a aceptar estos precios porque significaría perder la mitad de lo que invirtieron en el colombiano.
Por eso, si James se queda lo que le espera en Madrid, es un infierno. Sin embargo, la intensidad con la que dicen está entrenando en los Estados Unidos, lugar en donde su equipo está empezando la pretemporada, sacará lo mejor de él. Ojalá a punta de goles, jugadas y sacrificio James vuelva a ser tan importante con su equipo como lo fue en la primera temporada y le calle por fin la boca a ese francés arrogante que lo quiere sacar del Madrid a como dé lugar.
James tiene las condiciones necesarias para revestir un escenario en donde tiene todo en contra.