Muchas son las críticas a quienes curiosamente se han acercado a ver, farandulear o simplemente consumir en el hasta ahora inaugurado sitio de Starbucks en la ciudad de Bogotá, pero realmente ¿Por qué son criticados?, ¿Todos quieren ir a farandulear?, ¿En dónde está la libertad de consumo?.
En definitiva muchas personas acuden a su desmembrada moral para atreverse a criticar a quienes han logrado comprar por cualquier motivo en Starbucks. Muchos de los “moralistas exacerbados” aluden a que compremos 100% Colombiano, y rechazar absolutamente la injerencia y libre competencia de las empresas extranjeras que logran invertir en nuestro país, seguramente esos “moralistas” no compran 100% colombiano.
Lo más absurdo de todo esto es que Colombia importa productos como ropa interior, zapatos, muebles, carros y cojines provenientes de China, Europa, Estados Unidos y Corea con una diferencia de precios del 30% con una cifra de 2.500 millones de Dólares en concepto de Importación (Fuente: Espectador 10 Enero 2014) lo que traduce a que simple vista como consumidores Colombianos tenemos una irreversible inclinación a la compra de productos y servicios de multinacionales.
Es ridículo y hasta penoso encontrar personas con calzados o ropa “Made in china” realizando publicaciones en las redes sociales con comentarios xenofóbicos, intimidantes y hasta despectivos sobre lo poco colombianos que puede ser alguien si compra en Starbucks. Lo peor del asunto es que esos mismos que publican ese tipo de comentarios despectivos de quienes consumen o estén dispuestos a consumir en Starbucks Colombia realizan sus compras en las grandes superficies y supermercados de cadena en vez de ser coherentes con su discurso comprando en los abastos campesinos.
En tan sólo 5 años nuestro país recibirá inversiones aproximadas a los 30 millones de dólares por cuenta de Starbucks, generando más de 1000 puestos de trabajo a nivel nacional, esto sin mencionar detalladamente que cientos de millones de los productos servidos a nivel mundial por la multinacional Starbucks son de puro café colombiano.
En mi opinión no estaría dispuesto hacer una larga fila por un Café de Starbucks pero tampoco dejaría de ser Colombiano por comprar allá, debo recordarle mis estimados lectores un viejo y popular refrán “ el problema no está en la flecha del indio sino en su mente”, es decir que realmente Starbucks no viene con una publicidad de que un café viene con una visa americana incluida sino que nunca falta el Colombiano que quiere intentar impresionar por comprar en algún sitio, entonces ¿Quién está mal?.
La respuesta es personal y cada uno está en libertad de consumir de acuerdo a su pensamiento y bajo este sistema económico de acuerdo a su bolsillo.