Con la muerte de Vicente Fernández la pelea por su herencia se ha encrudecido. Y como era de esperarse, los hijos no reconocidos del rey de la ranchera comenzaron a reclamar su lugar. Ese es el caso de Ana Lilia Arechiga, quien nunca ha sido considerada hija de Vicente Fernández, pero que desde 2015 viene exigiendo que se le trate como tal.
Todo comenzó aquel año cuando se le acercó a Alejandro Fernández después de un concierto en Los Ángeles. Cuando pudo hablar con él, usando la estrategia de pedirle una foto, le entregó una carta dirigida a su papá. "Él es mi padre desde que él tenía 21 años. Yo soy tu hermana mayor y no estoy mintiendo", le dijo Ana Ligia a Alejandro, pero este no le creyó.
Según Ana Ligia, ahora tiene pruebas para demostrar que sí es hija de Vicente Ferández, quien tuvo decenas de amoríos por fuera de su matrimonio con María del Refugio Abarca Villaseñor, la famosísima Doña Cuquita.
“Me tiene que tocar algo, no venía por eso (…) yo quería ver a mi padre, pero por estos buitres no llegué”, dijo recientemente, desde el homenaje a Vicente en el Paseo de la Fama en Hollywood.
La pelea está encendida, pues entre los hermanos también hay grandes divisiones. Alejandro había sido desheredado, Gerardo, el menor, terminó metido con el Cartel de Sinaloa e involucrado en el secuestro de Vicente Jr, que incluso perdió dos dedos.
La fortuna de Vicente Fernández es inmensa. Solo la hacienda los tres potrillos, en honor a sus hijos, vale varios millones de dólares.
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