Es joven. Tiene 31 años. Es mujer, afro y de Buenaventura. Se trata de Angélica Mayolo Obregón, la nueva Ministra de Cultura que como ella misma afirma: “puedo ocupar el cargo que sea. En Buenaventura seguiré siendo la hija del profe Mayolo.” Esto dice mucho de su talante y habla muy bien de ella. En tres años del gobierno Duque es la tercera ministra de Cultura. Esperamos que sea la última.
Abogada Javeriana con maestría en Derecho Internacional de la universidad de California, cuenta con una especialización en Derecho Administrativo. Mas allá de los títulos que pueda ostentar, es inteligente, tiene carácter y ha demostrado eficiencia en los cargos que ha desempeñado.
Viene de la tierra de Marquitos Micolta y de Yuri Buenaventura; de la tierra de Betty Garcés y de Fernando Montaño. Su casa está ubicada en el barrio Transformación y creció oyendo a Peregoyo, y cantando arrullos y currulaos.
No representa ningún partido. No alberga odios, ni vetos, ni ánimos de revancha en su corazón como tantos otros funcionarios del gobierno actual. No hay que olvidar que la orden fue: todo lo que huela al gobierno Santos y a sus realizaciones hay que borrarlo de un solo tajo o archivarlo. Si la iniciativa fue buena, cámbienle el nombre y todos esos funcionarios, contratistas o invitados a participar de uno u otro proyecto, que no estén alineados con Uribe y Duque deben salir del gobierno y jamás deben ser tenidos en cuenta. De lo poco que han cumplido a cabalidad.
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Pronuncia la palabra diálogo con plena convicción. Es que le ha tocado vivir con las desigualdades de su tierra y ha visto de primera mano los puntos de resistencia en Cali
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La palabra recurrente en todas las entrevistas de la ministra Mayolo es: diálogo. En esto contrasta definitivamente con sus compañeros de gabinete, y ni qué decir con las posiciones de su antecesor. La pronuncia con plena convicción. Es que le ha tocado vivir con las desigualdades de su tierra y ha visto de primera mano los puntos de resistencia en Cali. Es milenial. Pertenece a la generación digital, conoce sus problemáticas, es participe de sus sueños. Y sabe que la mejor manera de resolver sus demandas es conversando. Sobre este particular afirmó sin vacilaciones: “vamos a trabajar en fortalecer los procesos de cualificación, formación y proyectos culturales liderados por jóvenes, generándoles oportunidades, reconocimiento e ingresos desde la cultura. Potenciar oportunidades y acercamiento para ellos desde el sector cultural contribuirá, además, a la prevención de violencias y a la convivencia pacífica.” El diálogo instaurado en Cali por el Alcalde Ospina, coadyuvado por la iglesia, es lo único que ha sido efectivo para desbloquear la ciudad.
Una de las primeras acciones como ministra fue retirar dos monumentos que iban a correr la misma suerte de otros que en el país ya habían sido tumbados. En esta oportunidad se veía venir una catástrofe pues iban a ser derribados en medio de la multitud lo que hubiera podido ocasionar heridos y muertos. Retirarlos fue un acto oportuno para proteger la vida. Ese hecho que aplaudimos causó molestias en el partido de gobierno, lo interpretaron como un acto de debilidad. Qué lectura más obtusa. Es una clara demostración de que la ministra es la antítesis del exministro Buitrago. Inolvidable el trino del exministro cuando los indígenas Misak derribaron, al inicio de las protestas, la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada: Trinó: “un grupo de vándalos derribó la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada en la plazoleta el Rosario de Bogotá. Total, rechazo contra este tipo de actos delictivos que atentan contra los bienes públicos de la cultura.” Con la nueva ministra no se volverán a leer cosas como esas ni se confundirá una comunidad indígena con un grupo de vándalos.
Parece en cambio que el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación no corrió con la misma suerte en el nombramiento de quien regirá sus destinos. El mundo académico y científico ha hecho denuncias graves contra el nuevo ministro. Las personas que han hecho las denuncias son de una trayectoria y seriedad intachables.
El sector cultural está tranquilo con las propuestas de quien tiene a cargo el direccionamiento del sector en este último año de gobierno; es una verdadera lástima que le quede tan poco tiempo. Sobre todo, es muy breve para los enormes retos que tiene por delante. Si logra organizar la casa e intenta recomponer el Ministerio que fue totalmente desbaratado y desdibujado, y le devuelve la dignidad que se merecen tantas direcciones y áreas importante tales como la dirección de artes, infraestructura, fomento regional, y la sinfónica nacional entre otras, el sector se sentirá satisfecho.
Adelante ministra Mayolo, el sector cultural y los jóvenes de Colombia cuentan con Usted. El dialogo es el camino.