A comienzos del pasado junio Dalma Maradona, hija del astro del fútbol y Claudia Villafañe, denunció en redes sociales y en medios de comunicación que el entorno cercano de su padre se estaba aprovechando de él, de su diezmada condición mental y de salud para alejarlo de su familia.
En aquella oportunidad Dalma dijo, entre otras cosas, que el número de su padre fue cambiado sin que él lo supiera, también dijo que el objetivo de las personas que estaban junto a Diego era controlar todos los aspectos de su vida, entre ellos Matías Morla, su abogado de confianza a quien Diego defendió cinco días después de la entrevista dada por Dalma.
El legendario 10 desmintió a Dalma. Maradona dijo de Matías que él ha sido quien lo salvó de la quiebra. Sobre sus hijas, las que tuvo con Villafañe, dijo que están de lado de su exesposa, Claudia, a quien acusó de quedarse con todas sus pertenencias. Para Maradona, su abogado Matías Morla era quien cuidaba sus intereses para que no lo dejaran en la calle. Igual murió pobre y quebrado. Según el futbolista, por culpa de su exesposa y según sus hijas por cuenta de los chupasangres con los que estuvo compartiendo los últimos años de su vida.
Dalma también fue quien puso en el ambiente el tema del peligro que corría Diego Armando Maradona en manos del círculo que lo rodeaba. Cuando la hija de dios del fútbol supo que su padre iba a ser hospitalizado e intervenido quirúrgicamente sabía que su vida corría peligro. Aunque se opusieron a la cirugía su médico la autorizó. Dalma, como si fuera un negro presagio, escribió “Por el bien de todos/as los chupasangres, que no le pase nada”. Y le pasó. 22 días después el mundo entero lloró la muerte del 10 argentino. Y ahora la pregunta es ¿Quién tuvo la culpa de la muerte del 10?
