El 9 de diciembre del 2017 los carros de alta gama y las mujeres voluptuosas empezaron a aparecer en el municipio del Peñol en el suroccidente de Antioquia. La policía sólo esperaba, pacientemente, a que arribara el agasajado, el cumpleañero: Juan Carlos Mesa Vallejo, mejor conocido por sus apodos de Carlos Chata, o Tom, uno de los más sanguinarios cabecillas de la Oficina de Envigado. El capo manejaba el 80% de la delincuencia en Medellín. Llegó al lugar de celebración en pleno atardecer de ese viernes 9 de diciembre en un campero verde Mitsubishi de los años 70. La policía estaba detrás de la pista desde hacía una semana y sabían que el sitio exacto de la celebración de los 50 años sería en la finca la Casona del Ocaso en la vereda El Guamito. La policía los sorprendió a las tres de la mañana, cuando la fiesta explotaba. Entre los 12 selectos invitados estaba, nada más y nada menos, que John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, autoproclamado en redes sociales como el asesino de confianza de Pablo Emilio Escobar Gaviria.
Con la captura de Tom se llegaba en Medellín a la cifra record de 40 cabecillas detenidos en el 2017. Según los datos de Andrés Tobón, secretario de seguridad de Medellín, la cifra de capturados alcanza a los 1.030 integrantes de estructuras delincuenciales vinculados a las Bacrim. La estrategia de seguridad implementada por el alcalde Federico Gutiérrez desde el día uno de su gobierno, el 1 de enero del 2016, iba dirigida no solo tras las grandes cabecillas sino a golpear de raíz las estructuras mafiosas que han asolado durante décadas la ciudad.
De allí su decisión de acabar incluso con lugares simbólicos que se instalaron en el imaginario de la gente como el Edificio Mónaco, hogar de los Escobar Gaviria a finales de los años 80, así como acompañar la transformación de La Catedral, la célebre prisión desde donde se escapó el capo, en un hogar geriátrico para ancianos de bajos recursos.
Pero sin duda el orgullo mayor del alcalde Federico Gutiérrez es la caída de los grandes capos que se ha ido dado, progresivamente desde que su posesión. Ha corrido riesgos, viéndose obligado a reforzar el esquema de seguridad, pero se ha apoyado básicamente en la ciudadanía incorporando a la gente activamente a través de las redes sociales, con grupos de WhatsApp por cuadrantes, de Facebook y Twitter conectados con las autoridades de policía de la ciudad pero incluso con él mismo.
En noviembre del 2017, un mes antes que Tom, cayó la mano derecha de Carlos Pesebre, jefe de los Pesebreros, una de las más temibles bandas delictivas de Medellín que se mueven desde hace años con propiedad en los barrios Castilla y Robledo, en la Comuna Noroccidental. El Alcalde no dudo en celebrar con un trino la acción de la Policía y la Fiscalía.
Tuit Alcalde de Medellín
Un día antes, en el centro Comercial del barrio Los Colores, fue detenido William Andrés Moscoso Monsalve, alias El Chivo, sobrino del jefe máximo de La Terraza y miembro de la cúpula de la Oficina de Envigado.
Un año antes, el 6 de diciembre del 2016, cayó en Envigado Diego Alberto Muñoz Agudelo mejor conocido como Diego Chamizo quien según la Fiscalía lidera la Organización Delincuencial ligada al Narcotráfico Odín Caicedo, una confederación que agrupa bandas de la comuna 8 y 9. En el momento de la captura Muñoz Agudelo tenía 21 millones de pesos en efectivo y andaba con 12 de sus hombres de confianza. Llevaban dos años buscándolo intensamente, desde que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos lo incluyó en la Lista Clinton en septiembre del 2014.
Diego Alberto Muñoz Agudelo mejor conocido como Diego Chamizo
El 21 de octubre del 2017, Abel Andrés Garcés Londoño, por el que se ofrecía una recompensa de $20 millones, cayó en Medellín. Desde el 2010 lideraba la mítica banda de La Sierra a quien convirtió en una filial del Clan del Golfo y que domina los barrios La Sierra, Villa Turbay, Villa Liliam y las Estancias, todas de la comuna 8 de Medellín. El alcalde también dio su parte de tranquilidad y las felicitaciones después de la captura.
Twitter Federico Gutiérrez
Carlos Mauricio Soto Isaza era el líder de la Odín Picacho, una organización que reunía a los combos que actúan en las comunas 5.6 y 10 de Medellín. Tiene influencia en el municipio de Bello y en todo el corregimiento de San Cristóbal. Sus actividades son el narcotráfico, el fleteo, la usurpación y venta de lotes que ha generado incontables desplazamientos y, además, tendrían también intereses en la minería ilegal. El 22 de marzo del 2017 alias Soto, como se le conocía en los bajos mundos, fue detenido en una redada en el barrio Guayabal al suroccidente de Medellín.
El alcalde de Medellín fue el primero en confirmar el 24 de octubre del 2017 la captura en el Municipio de San Carlos de Hugo Arango Tejada, alias Hugo Pájaro quien durante años generó terror en el barrio Belén y en corregimientos como Altavista. Se ofrecían $ 20 millones como recompensa. Era el cabecilla de la banda Los Pájaros.
Los golpes se han incrementado en los casi cuatro meses que han corrido del 2018. En un lujoso apartamento del barrio El Poblado, mientras estaba junto a su ex esposa la presentadora Vanessa Pelaez, agentes de la DIJIN, en una acción coordinada con la DEA detuvieron a Sebastián Murillo Echeverry, quien hasta ese momento era conocido por la sociedad de Medellín como un próspero empresario. En realidad Murillo pertenecía a la cúpula de la Oficina de Envigado a donde era conocido con el alias de Lindolfo. Tres años le costó a la policía nacional descubrir la verdadera identidad de Murillo Echeverry.
Sebastián Murillo, alias de Lindolfo.
En una finca en la zona rural del municipio de Amagá, Elkin Fernando Triana Bustos, líder de la temible banda los Triana, departía con familiares y amigos cuando el 2 de marzo pasado le cayó la policía. La casa donde se encontraba costaba más de 10.000 millones de pesos. Tenía piscina, gimnasio, puertas blindadas, varias cuatrimotos y una colección de animales exóticos, autos de alta gama y gorras de marcas exclusivas. Por las gorras justamente le llegó la policía ya que pusieron un chip rastreador en una de ellas de marca Gucci. Elkin Triana fue el fundador y financiador de la banda Los Triana que manda en las comunas 1,2,4 y 7 de Medellín. Él solo tenía el control territorial de los barrios El playón, Pablo VI, Santacruz, Andalucía, Limonar, Robledo Aures, Santa María y Curazao. Había sido condenado en el 2011 a 30 años de prisión pero se fugó en el 2015.
Elkin Triana fue el fundador y financiador de la banda Los Triana
El último de los grandes capos que cayó fue Jorge de Jesús Alarcón alias Vallejo, quien fue arrestado el pasado 8 de marzo en el barrio Castropol de El Poblado en donde le decomisaron cinco armas y títulos de propiedad por un valor superior a los 10 mil millones de pesos. Vallejo era un personaje clave para el manejo de las finanzas de la Oficina de Envigado. Según el alcalde Gutiérrez, Vallejo fundó la banda La mesa de Bello.
Si bien estos son verdaderos trofeos de una guerra urbana dura de dar porque cada capo es reemplazado casi de inmediato por otro, la pelea aún no está ganada y el Alcalde Federico Gutiérrez lo sabe. Por eso no cede en su persistencia, así la vida personal y familiar se le haya complicado y sus horas de serenidad sean cada día menores. El propósito de lograr una Medellín más segura y amable, sin lugares vedados, sin los fantasmas del pasado y el miedo, lo mantiene activo 7 X 24 en las redes sociales y en el día a día con su despacho fuera de La Alpujarra, en las calles de la ciudad con la gente.
