Encabezados por el padre Francisco De Roux, la Comisión de la Verdad decidió llegar hasta la Universidad Industrial de Santander para saber qué pasó con los estudiantes asesinados en los años 2000 en lo que se conoció como el Plan Pistola.
En Colombia desde hace cincuenta años la violencia contra los estudiantes ha sido una constante. Pero la justicia y la impunidad reinan en estos casos, que se reproducen a lo largo y ancho del país. En total la Comisión tiene registros de 323 casos con casi 600 víctimas y ha recibido 23 informes sobre el tema.
En Nariño, Antioquia, Bogotá y la Costa Caribe también se ha repetido esta guerra, muchas veces auspiciada por las mismas directivas universitarias, como habría sucedido en la UIS y en la Universidad del Atlántico, donde los paramilitares atentaron y arrinconaron los movimientos estudiantiles entre 1998 y principio de los 2000.
El comisionado Saúl Franco sabe lo que es esta violencia. Su hermano Elkin, líder estudiantil de la Universidad de Antioquia, tuvo que exiliarse desde 1987 después de que agentes del DAS lo detuvieran y le dispararan en la cabeza. Sobrevivió milagrosamente. Así, el comisionado Franco y sus colegas asumen la responsabilidad de escuchar las historias, las tristezas y las verdades de una guerra por la que nadie responde.
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