Durante la 48 Asamblea de Cancilleres de la OEA, reunidos este 4 de junio en Washington, el vice-presidente de Estados Unidos Mike Pence y el Secretario General de la OEA, el corrupto uruguayo Luis Almagro, clamaron ante los cancilleres de la región, la necesidad de acabar con las dos únicas dictaduras que existen en el continente: Venezuela y Cuba. Pence, pidió explícitamente la expulsión de Venezuela de la OEA, mientras Almagro vociferaba que solo había dos dictaduras que eliminar la de Venezuela y Cuba.
Era de esperar que en esta 48 Asamblea de la OEA los halcones y sus aliados, se pronuncien abiertamente contra Venezuela y ahora contra Cuba, era necesario ya sacar sus planes contra la Cuba socialista, libre e independiente, que ellos han venido atacando desde el triunfo de la Revolución.
El Plan Maestro presentado por el Jefe del Comando Sur, el almirante Kurt W Tidd, el 15 de febrero de este año ante el Comité Senatorial de las Fuerzas Armadas de ese país, basado en la retórica de la defensa de la supuesta democracia, lucha contra el terrorismo, drogas y ayuda humanitaria, llevaba toda la intención de argumentar que solo Estados Unidos es capaz, bajo el principio del Destino Manifiesto, que puede arrogarse el derecho de intervención militar abierta o clandestinamente, usando a otros actores, para proteger sus intereses estratégicos y su seguridad nacional.
Señala ese documento que las sociedades latinoamericanas enfrentan retos de gobernabilidad, que incluye corrupción política, violencia criminal, drogas y militantes extremistas musulmanes, vinculadas a las dificultades económicas que causan un incremento de la migración y destaca el documento que Venezuela es un riesgo permanente por su inestabilidad interna y que puede ocasionar conmociones significativas en la región.
Obviamente no pueden reconocer que esos graves problemas son ocasionados por la política imperial y la imposición de un modelo explotador, excluyente y discriminatorio, a los cuales se prestan las oligarquías criollas explotadoras de sus pueblos.
El almirante Tidd señala que “en campo de la seguridad nacional: Cuba ha demostrado una clara intención de atacar los intereses de Estados Unidos, mediante actividades de recolección, vigilancia y contrainteligencia en países de la región.” Añadiendo que “la planeada transición política, o sea la salida del presidente Raúl Castro, no parece que cambiará el punto de vista de Cuba, en el sentido de disminuir la influencia de los militares en el Gobierno o sus alianzas extra continentales (Rusia, China, Irán y Corea del Norte) en materia de seguridad, política y economía”.
Y apuntó “no podía faltar en el rango de las amenazas, la influencia negativa de Cuba en Venezuela, de manera notable, según el almirante, en los servicios de inteligencia y las fuerzas armadas”.
De acuerdo al blog Misión Verdad, “el nuevo teatro de conflictos diseñado por el Comando Sur representa un agresivo cambio de enfoque bajo el cual intentan justificar una mayor militarización de América Latina, acorde a los dictámenes de la Estrategia de Seguridad Nacional y de Defensa Nacional lanzadas por la Administración Trump en 2018”.
“Con los últimos movimientos militares en la frontera, las reuniones de Kurt Tidd con la plana mayor del Ministerio de Defensa colombiano y el presidente Juan Manuel Santos, sumado al posicionamiento en instancias diplomáticas de la “crisis humanitaria” en Venezuela, se anuncia una sincronía peligrosa de actores y agendas que no deben ser subestimadas”.
“Detrás de la asistencia técnica que ofrece el Comando Sur a Colombia y Brasil en cuanto a la “crisis humanitaria” de Venezuela, podría estar la preparación de determinados aspectos logísticos para armar una contingencia preventiva (sinónimo de intervención humanitaria) una vez que las consecuencias de una etapa más aguda del bloqueo financiero se hagan sentir”
El desespero de Estados Unidos por expulsar a Venezuela de la OEA no es más que para poder implementar el Plan Maestro cuanto antes, y emprender las acciones desestabilizadoras internas y allanar el camino a la “intervención humanitaria” que tienen a Colombia y Brasil listos para ingresar sus mercenarios y medios de combate en territorio venezolano, ahora con la cobertura de la OTAN de la cual es signatario Colombia.
Estados Unidos se mantendrá de observadora pues aclarará que eso es una guerra ajena, para preservar a su ejército de hombres blancos y utilizará a los despreciables mestizos que tanto odia Trump y su equipo de gobierno. Pero no será una guerra ajena para sus planes de apropiarse del petróleo y riqueza minera, de esta nación andina que es su verdadero objetivo.
Mientras estos perversos planes de agresión e injerencia contra Venezuela, están en marcha, su Presidente elegido democráticamente por su pueblo, trabaja en la consolidación de su Gobierno para la prosperidad de su pueblo, en el fortalecimiento interno para la paz, a la cual sensatamente han acudido al diálogo sectores opositores al Gobierno, que se han desligados de los sectores terroristas y mercenarios de la MUD, que encabezan Julio Borges, Enrique Capriles y María Corina Machado, fieles exponente de la traición a su pueblo.
El señor Pence, desconoce los mecanismos de la OEA y no sabe que fue Venezuela la que pidió su salida de la OEA, pero su salida lleva un procedimiento, que debe cumplirse, Maduro les respondió que cuando salgan de la OEA, realizaran una fiesta nacional, porque formar parte de ese Ministerio de Colonia es una vergüenza.
Por su lado Cuba, y su nuevo Ejecutivo, trabajan febrilmente en el fortalecimiento de sus estructuras ministeriales, empresariales y en el combate a vicios y procedimientos burocráticos negativos en la administración del Estado, que pública y francamente se han reconocidos en los debates de la Asamblea Nacional.
Las propuestas de modificaciones a la Constitución de la República, que será, debatida por el pueblo y sometida a un evento plebiscitario, fortalecerá la decisión del pueblo cubano de mantener su sistema y modelo socialista más eficiente y sostenible y obviamente que se perfeccionar un modelo más democrático y participativo, que lo que hoy reina en la mayoría de los países de nuestra región.
Cuáles lecciones de democracia puede dar Brasil, Paraguay, Honduras, Guatemala, Argentina, México y Colombia, en estos dos últimos países, los candidatos opositores, dirigentes sociales y periodistas, son víctimas de atentados y asesinatos diarios. Es público y denunciado por Organizaciones de Derechos Humanos, que tanto en México y Colombia, los Carteles de la Droga reinan y que gobiernos locales, estatales y altos funcionarios gubernamentales nacionales, son comprados y utilizados por los carteles en sus acciones delincuenciales. De esta deteriorada crisis de valores morales, éticos y sociales, en esos países no habla el señor y despreciable Luis Almagro.
Tengo la impresión que los Planes de agresión contra Venezuela y Cuba, no han sido evaluados adecuadamente, porque gobiernos como el de Colombia, Brasil, Argentina, Honduras, México, Perú, y Chile, pueden recibir una respuesta muy seria de sus pueblos, e incentivar el descontento político y social y en el caso de Colombia, provocará la ruptura de los Acuerdos de Paz y continuará la guerra fratricida, que afectará sus grandes ciudades y el campo.
Las amenazas de intervención de Donald Trump contra Venezuela y Cuba hay que tomarlas muy en serio y Cuba que no es una amenaza ni para Estados Unidos, ni para ningún país, seguirá trabajando pacíficamente, pero sabrá responder heróica y valientemente cualquier agresión del imperio.
(*) Periodista, politólogo y Analista internacional.
La Habana 4 de junio del 2018. 23.50 hras