Había concertado hacer un receso esta semana en mis columnas, pero ante la amenaza que nos azota, la pandemia del Covid-19, virus que representa un peligro inminente a la integridad, salud y supervivencia de millones de personas y la necesidad de implementar medidas que permitan controlar su propagación decido escribir mi columna.
En Colombia desde que conocimos la aparición de este virus, lo desestimamos, vimos lejos la posibilidad que ingresará al país y nos afectará, de ahí la lentitud y falta de medidas de choque y contundentes que evitarán que personas infectadas llegarán al territorio.
Infortunadamente ya el virus se incrusto en nuestro país, sin que los colombianos tomáramos conciencia de la gravedad del asunto, por ello, día a día el Covid-19 fue expandiéndose sin control, infectando colombianos, amenazando la salud pública y aumentando el riesgo de muerte, ante ello los gobernantes reaccionaron, tomando decisiones y solicitaron el aislamiento de la población, la cual en muchos casos fue desatendida, agravando el problema y atentando contra la salud de sus coterráneos.
Con la creciente curva de infectados por día en el país y la aparición de las primeras muertes por el virus la gente empieza a tomar conciencia, el gobierno a despertar de su pasividad, por consiguiente, toma medidas severas y de choque como el cierre de aeropuertos y la cuarentena total obligatoria, para tratar de contener el contagio.
A pesar de las medidas tomadas, para mi concepto todavía faltan muchas otras que coadyuven a combatir la pandemia, es necesario que se garantice en todos los departamentos la práctica de la prueba, para que se detecte el resultado del virus a tiempo, con celeridad e inmediatez para tomar medidas efectivas y evitando así la propagación del mismo.
Al personal médico y asistencial se le debe capacitar en el tratamiento y manejo de la enfermedad, así mismo garantizar su protección con los elementos de bioseguridad que le permitan prestar su vital y esencial servicio sin el peligro de contagiarse, puesto que si esto ocurriera la catástrofe fuera mayor. Además, se le debe retribuir su gran labor, apoyo y trabajo por lo menos con el pago de los salarios adeudados por los centros hospitalarios desde hace tiempo.
Se deben implementar en todos los municipios del país zonas de aislamiento para las personas sospechosas y paciente contagiados con la enfermedad, la mayoría de entes territoriales no cuentan con la infraestructura adecuada y no están preparados para atender esta pandemia, agravando la situación, puesto que ante un caso se corre el riesgo de la propagación generalizada del virus.
La grave tasa de desempleo y difícil situación económica del país ha incrementado la población vulnerable, la cual no cuenta con los recursos necesarios para garantizar su sustento y el de sus familias en la cuarentena, así que es necesario garantizar el mínimo vital a esta población, a dios gracias, muchos gobernadores y alcaldes han decidido tomar medidas al respecto.
Colombianos, el coronavirus es una realidad, no es un sofisma o una enfermedad que conocíamos por intermedio de los medios de comunicación, ya convive con nosotros y amenaza nuestra subsistencia, para esta pandemia en la actualidad no existe cura o vacuna que la prevenga, la mayor y única inmunización contra el Covid-19 somos nosotros mismos, el autocuidado, aislamiento e higiene, no permitamos que esta pandemia nos gane la batalla.