El objetivo general del Programa de Alimentación Escolar (PAE) es contribuir a mejorar el desempeño académico de los niños, niñas y adolescentes; lograr su asistencia regular y promover la formación de hábitos alimentarios saludables en la población escolar con la participación activa de la familia, la comunidad y el Estado por medio de los entes territoriales. Contempla este programa en sus objetivos específicos garantizar la alimentación inocua a los escolares, que aporte un mínimo de 20% de las recomendaciones diarias de energía y de nutrientes, acorde con su edad y sexo, en especial de calcio, hierro y vitamina A durante la jornada diaria de estudio y el periodo escolar. Además, de la intención de disminuir la deserción escolar y contribuir a mejorar el aprendizaje de los niños, el programa se plantea la reducción del hambre a corto plazo.
Estos son criterios, que se establecen en el PAE y que se enmarcan dentro de los objetivos del milenio. En el departamento de La Guajira está sucediendo todo lo contrario de lo que se plantea en el PAE, parece un programa destinado a crear malos hábitos alimenticios, generar más desnutrición y crear las condiciones para la deserción escolar. Es preocupante que el Ministerio de Educación Nacional (MEN) emita un comunicado de prensa (martes, 12 de mayo de 2015) donde enfatiza que, sin ninguna novedad o anomalía, se está desarrollando el convenio entre el ministerio de Educación y la alcaldía de Riohacha para la operación del PAE. Más adelante señala el comunicado de prensa que como parte de su compromiso por velar por la alimentación de los niños, niñas y adolescentes del país, el Ministerio le solicitó a la entidad territorial un informe detallado de la ejecución del programa. De igual manera, para brindar apoyo y verificar a la situación que enfrenta la gobernación de La Guajira, el MEN realizará una visita de asistencia técnica para así constatar que se dé una solución pronta y efectiva que permita garantizar que los niños, niñas y adolescentes reciban la alimentación a la que tienen derecho. Las críticas al programa de alimentación escolar le llueven por todas partes y el cuestionamiento no se hace esperar tanto en la zona urbana como en la zona rural. Este programa en La Guajira es un desastre.
En el mes de marzo, en un encuentro realizado en el salón de eventos de la Normal Superior de San Juan del Cesar y con presencia de las autoridades y representantes del sector educativo se llevó a cabo el lanzamiento del programa PAE. Se hizo mención del costo del programa para el departamento de La Guajira (2015), el cual se estima en unos $37.910.480.000. La responsabilidad de administrar el programa PAE recae en el consorcio Nutriendo Escolares en La Guajira. Este programa ha sido un gran fracaso. las evidencias que sustentan este artículo así lo demuestran. Los niños no reciben los nutrientes establecidos en la minuta, la cual hay que buscarla con lupa por que no se ve por ningún sitio de la institución. La minuta es un secreto para la comunidad educativa y es la que desnuda la falacia del programa PAE. En Riohacha, la crisis toca fondo, los alimentos que reciben los niños son nocivos para la salud, los fritos reinan en las instituciones educativas. La Bienestarina, poco a poco, va desapareciendo como el alimento que provee de nutrientes a los niños, niñas y adolescentes. Además, la minuta incorpora conceptos como el “refrigerio reforzado industrializado” y el “desayuno industrializado” para emergencias. ¿Qué significa esto? No riñe acaso con el concepto “regular y promover la forma de hábitos saludables en la población escolar”. Más allá, de estos elementos, lo que debe quedar bien claro es que la alimentación de los niños está siendo sometida a un vergonzoso racionamiento, son migajas las que se llevan los niños a la boca.
En las instituciones educativas de la zona rural campea el hambre y con ella la injusticia de que la mayoría de esos colegios adolecen de un comedor escolar que le permita al niño consumir esas migajas al menos en un sitio decente. La administración departamental, debe intervenir de manera inmediata para corregir todas estas anomalías. Lo mismo le compete a la administración de Rafael Ceballos, detener la injusticia de los fritos en los colegios de Riohacha.