Mientras el país avanza a paso de tortuga en la vacunación del personal de salud y a las personas mayores de 80 años, algo que de por sí es un riesgo latente para superar de una vez por todas la pandemia por el covid-19, una de las cepas más contagiosas y preocupantes amenaza al país.
La cepa brasileña, de la que solo se han reportados un par de casos en la Amazonía colombiana, ya llegó a Venezuela con al menos 10 casos reportados. El país se apresta a entrar en cuarentena obligatoria a causa de la crisis sanitaria, dotada con un precario sistema de salud lleno de falencias.
La primera voz de alerta la dio ya la Asociación Colombiana de Salud Pública, que en una comunicación al Gobierno Nacional advirtió de que “La variante P1 parece ser más contagiosa y evadir la inmunidad proporcionada por una infección pasada. Para salvaguardar la vida de nuestros hermanos venezolanos y los habitantes de la frontera, es esencial hacer pruebas PCR, verificar el estado de salud y aplicar vacunas”.
Desde fines de enero el Gobierno ordenó el cese de los vuelos regulares entre Leticia y el resto del país, con el fin de contener cualquier brote. Julián Fernández Niño, director de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud, resaltó que no hubo evidencia entonces de que la variante circula en la Amazonía colombiana de manera autóctona.
"Pero con una frontera de más de 1.600 km a lo largo de la Amazonía es probable que esto suceda pronto", dijo. De hecho, uno de los contingentes más grandes de vacunas se ha enviado para esa región, con más de 40.000 dosis.
Y mientras todos los ojos están puestos en Brasil, al punto de que se canceló el juego por la eliminatoria mundialista con la Selección de fútbol de ese país a celebrarse en unas semanas, poco parece hacerse en las zonas de frontera con Venezuela, como Villa del Rosario y Cúcuta, en Norte de Santander, o Paraguachón y Uribia en La Guajira, sin tener en cuenta que esta zona limítrofe es una de las más porosas del mundo.
Esto es especialmente cierto en La Guajira, departamento que alberga a la etnia Wayuú, la más numerosa de Latinoamérica y que convive en ambas naciones y traspasan frecuentemente la frontera.
El departamento ya recibió 5.181 vacunas y ha aplicado 2.691 a la tarde de este lunes, la mayoría de Sinovac, pero está a la espera de que lleguen más biológicos para hacer campañas de vacunación que permitan enfrentar la pandemia, jornadas que no son sencillas de realizar por la lejanía de las comunidades, que no cuentan con vías de acceso y están en permanente riesgo por la falta de agua en medio de las altas temperaturas. Así se lo hizo saber el gobernador Nemesio Roys al ministro de salud, en medio de la cumbre de gobernadores.
El Covid 19 no se ha ido, ante la llegada de cepa brasileña a Venezuela, los guajiros debemos continuar con las medidas de prevención y fortalecer control en la frontera. En compañía de autoridades migratorias y de salud, seguiremos de cerca este nuevo desafio de la pandemia.
— Nemesio Roys Garzón (@NemesioRoys) March 9, 2021
La Guajira es puerto de llegada de venezolanos que huyen de las duras condiciones de su país y llegan a campos de refugiados, como el que la ONU erigió en Maicao y que ya ha atendido a unas 4.500 personas. Residen allí solo 350 actualmente, dadas las medidas para evitar contagios de covid-19, sin que se reporten casos positivos aún.
El Gobierno Nacional debe mirar el norte del país y atender las justas peticiones de quienes alertan que la peligrosa cepa brasileña podría llegar masivamente al país más tarde que temprano. De llegar a los wayuu, sería de mayúsculas y devastadoras proporciones.
