El mundo del vallenato sigue de luto, no supera aún la partida de uno de sus ídolos en las últimas cinco décadas. El Risueñor Cesar perdió la batalla contra el covid después de una angustiosa lucha que duró más dos meses. Su vació en el género es irremplazable, aún lo recuerdan por ser de los pioneros al ir de pueblo en pueblo cantando los éxito de sus colegas para que se dieran a conocer en las regiones.
Su pueblo, La Paz Cesar, lo recuerda con nostalgia, su tumba es ahora la más visitada del cementerio central pero las precarias condiciones en que tienen la lapida de cemento ha causado indignación en cada rincón del pueblo y desatado todo tipo de críticas.

Así luce la tumba de Jorge Oñate en el cementerio de La Paz, Cesar
A Jorge Eduardo ‘Mono’ Romero, manager de Oñate, no le quedó de otra que manifestarse ante la polémica, declaró que el maestro deseó en vida estar al lado de la tumba de su madre que es donde ahora reposa. Asimismo, recalcó la sencillez y humildad que caracterizó en vida al artista lo cual revela su lapida. Sin embargo, las declaraciones no han sido bien recibidas por los seguidores de El Jilguero de América que comparan su tumba con la de Diomedes Díaz ubicada en el cementerio Jardines del Eccehomo, en Valledupar. Finalmente, el 'Mono' Romero aseguró que la familia de Oñate está en proceso de compra de una lápida "bien bonita" pero tomará tiempo.

La tumba de Diomedes Díaz es el más visitada del cementerio Jardines del Eccehomo en Valledupar