La desilusión con James es absoluta. De nada le sirvió ganar el botín de oro que lo acreditó como goleador del mundial de Brasil 2014, sus últimos años han sido nefastos. Primero fue esa lesión crónica en el gemelo que le restó calidad y potencia física. Después está su disposición. Pareciera que su pecho se heló, que ya no le importa nada. Su indolencia es tanta que sus compañeros del Everton quedaron sorprendidos al ver que no fue capaz de quedarse con ellos en el final de la temporada. Ancelotti incluso lo dejó descansar para que estuviera bien para los partidos de la eliminatoria con Colombia. Se fue acostado en una cama en un avión privado. Pero James incumplió.
Habló con Rueda y le pidió un par de días para estar con su familia y resolver problemas personales. James tenía que llegar a la concentración el miercoles pero nunca apareció. Por eso Rueda tomó la decisión más dificil: cerrarle la puerta al ídolo. La gente vio con buenos ojos esta demostración de autoridad. Incluso personalidades como Jorge Luis Pinto felicitó abiertamente al entrenador vallecaucano y habló mal de James de quien dijo: Si no hay la disposición y humildad de venir, de sacrificar un día con la familia para presentarse en un compromiso tan importante como este, me parece que no hay entendimiento con la Selección. Hoy James no está en el nivel de producción futbolística ideal para Colombia. No es que estemos perdiendo una brillantez, no. Se está perdiendo un buen jugador, pero que no está rindiendo al máximo".
Los días de James con la selección han terminado.
