El mapa electoral en el Norte de Santander muestra que es evidente el dominio de la derecha conservadora y liberal con matices dispersados en diferentes partidos adeptos de estos dos tradicionales. La configuración de la proporción política por partido tuvo un interesante reacomodamiento de “fuerzas” que de ahora en adelante mostraran una dinámica de complejas luchas regionales no solo por el poder político si no, por el poder popular y campesino.
Para nadie es un secreto, como lo escribía en un artículo anterior, que la política de derecha se concentra en dispersar la organización popular y las luchas colectivas por los derechos sociales, que hacen de la democracia una bailarina de papel que danza al vaivén de la ignorancia y la venta de la dignidad de sus electores. El juego macabro de elegir y ser elegido está pasando por su peor momento y nuestro departamento es un ejemplo claro. Una gran abstención es la ganadora indiscutible. La proporción de votos es igual a la porción de “mermelada” asignada, evidente en el caso del reelecto senador Juan Manuel Corzo, quien recibió la mayor suma de presupuesto en el departamento y terminó con la mayor votación del conservatismo en el norte de Santander.
Pero a esa hegemonía de las fuerzas de derecha, le salió un fisura el domingo pasado, se trata como sabemos de la elección de Alberto Castilla como Senador por el Polo Democrático, una figura de importancia social que deberá trascender en lo político para demostrar su gran liderazgo campesino y agrario frente a las denominadas empresas electorales y corruptas maquinarias políticas que han llevado al departamento y a la Provincia de Ocaña al atraso material en infraestructura y desarrollo económico progresivo.
La nueva dinámica política en el departamento va a estar sujeta a decisiones de gran envergadura nacional, sin embargo nuestra representación en el congreso estará ligada a la Unidad del presidente Santos sin autonomía en la legislación, situación donde se mostraran las claras diferencias con la nueva representación alternativa de Alberto Castilla que se levantará frente a las agresivas iniciativas de explotación carbonífera en el Catatumbo, la aplicación del CONPES y la ausencia de planes integrales de desarrollo en el ámbito educativo y de salud.
Es un reto histórico para los movimientos sociales y campesinos del Norte de Santander, el avance de las luchas populares tiene un impulso significativo para el reconocimiento de la defensa del territorio y de los derechos elementales de los habitantes de la provincia de Ocaña y el Catatumbo, la regiónes más golpeada del departamento.
M. Alejandro Lemus.
