Pierre Bourdieu, sociólogo francés (1930 – 2002), dedicó gran parte de su obra a estudiar el poder y las relaciones sociales. En su teoría, las fotos son un importante instrumento para la reproducción de las desigualdades sociales. Este Francés considera que las fotos son una forma de capital cultural, es decir, un conjunto de conocimientos, habilidades y valores que otorgan a las personas un estatus social determinado. Las personas que poseen un mayor capital cultural tienen más probabilidades de acceder a las oportunidades sociales, económicas y culturales que les permiten tomar y publicar fotos.
Bourdieu en el texto "La distinción"(1979), analiza cómo las fotos se utilizan para construir y reproducir las desigualdades sociales. Por ejemplo, las fotos de las clases altas suelen mostrar a personas elegantemente vestidas, en entornos lujosos y participando en actividades culturales. Estas fotos transmiten la idea de que las personas de clase alta son más sofisticadas, educadas y exitosas que las personas de clase baja. En el libro "Medios de comunicación y clases sociales" (1996), Bourdieu analiza el papel de las fotos en la construcción de la realidad social. Argumenta que las fotos no son simplemente un reflejo de la realidad, sino que son construcciones sociales que reflejan los valores y las ideologías de los grupos dominantes. Este autor también señala que las fotos pueden utilizarse para legitimar el poder de las clases dominantes. Por ejemplo, las fotos de las autoridades políticas suelen mostrarlas como personas competentes, dignas de confianza y comprometidas con el bienestar de la sociedad. Estas fotos contribuyen a reforzar la legitimidad de las instituciones políticas y de las personas que las dirigen.
En la obra “La fotografía. Una cuestión social” (1965), Bourdieu analiza la fotografía como un producto cultural que está sujeto a las mismas reglas y normas que cualquier otra forma de representación, y allí sostiene que la fotografía es una herramienta que puede utilizarse para reforzar o subvertir el orden social establecido. De otro lado, este sociólogo francés también exploró el papel de la fotografía en la construcción de la identidad personal. En su libro “La fotografía. Un arte intermedio” (1980), analiza la fotografía como una forma de autorrepresentación que permite a los individuos construir y presentar su identidad ante los demás. Bourdieu sostiene que la fotografía es una herramienta que puede utilizarse para expresar la individualidad, pero también para reproducir los estereotipos sociales; como las selfies que en palabras de Byung Chul Han, en su texto “La Sociedad del Cansancio”, son una forma de expresión narcisista que refleja la sociedad del rendimiento, en la que el individuo está constantemente obligado a rendir al máximo.
Bourdieu identifica tres tipos de fotografía. - Fotografías de reconocimiento: Estas fotografías reproducen las imágenes estereotipadas de los grupos sociales dominantes: Imagen Presidencial con el dueño de Colombia (Luis Carlos Sarmiento Ángulo) y demás representantes del resto de Poder. Fotografías de denuncia: Estas fotografías exponen las injusticias y las desigualdades sociales; acá podemos citar Las fotografías de la guerra de Israel contra Hamas como referentes fotográficos de denuncia. Estas fotografías muestran la brutalidad de la guerra colonial contra el Pueblo Palestino y devienen en movimientos antisemíticos en todo el mundo. Fotografías de resistencia: Estas fotografías ofrecen nuevas perspectivas sobre la realidad social. Este pensador Frances creía que las fotografías de denuncia y resistencia pueden desempeñar un papel importante en la lucha por la justicia social y ayudar a concienciar a la población sobre las injusticias sociales inspirando a la acción colectiva.
Algunas fotos de la historia que han capturado momentos importantes o significativos en el tiempo pueden ser de naturaleza política, social, cultural o incluso personal, pero siempre tienen el poder de transmitir un mensaje o una idea que perdura con el tiempo en el imaginario colectivo. Entre ellas podemos citar El beso en el ayuntamiento, de Robert Doisneau (1950): Esta foto captura el momento en que una pareja se besa apasionadamente en el ayuntamiento de París. Es una imagen icónica del amor y la pasión, y ha sido reproducida innumerables veces en todo el mundo. La niña y el buitre, de Kevin Carter (1993): Esta foto muestra a una niña desnutrida y deshidratada que está siendo acechada por un buitre. Es una imagen desgarradora de la hambruna en Sudán, y ganó el Premio Pulitzer en 1994. La niña afgana de ojos verdes, de Steve McCurry (1984): muestra a una niña afgana con unos ojos verdes penetrantes. Es una imagen icónica de la guerra en Afganistán, y ha sido reproducida en todo el mundo como símbolo de la esperanza y la resistencia. El hombre del tanque, de Jeff Widener (1989): muestra a un estudiante chino que se enfrenta a un tanque en la Plaza de Tiananmén en Beijing. Es una imagen icónica de la lucha por la democracia en China, y es un recordatorio de la importancia de la libertad y los derechos humanos.
En el caso colombiano la Niña Omayra Sánchez, del fotoperiodista francés Frank Fournier (1985): muestra una niña atrapada entre el lodo de su casa a consecuencia de la erupción del volcán Nevado del Ruiz provocando la desaparición del Pueblo de Armero en Colombia. Los tanques entrando al Palacio de justicia en Colombia y su posterior incendio por Colprensa. Estas fotos muestran la barbarie para “recuperar el Estado de Derecho Maestro” palabras del coronel Luis Alfonso Plazas Vega, comandante de la Brigada 23 de Infantería del Ejército Nacional de Colombia, durante la toma del Palacio de Justicia por el Movimiento 19 de Abril (M-19) el 6 de noviembre de 1985.
En correlato, la breve trazabilidad fotográfica nos lleva a las últimas fotos del presidente Petro en Cartagena con los cacaos, tomada el 21 de noviembre de 2023, y el “Tinto con Uribe” en la Casa de Nariño el 22 de noviembre de 23. La primera de ellas muestra al presidente Petro al lado del magnate crematístico Luis Carlos Sarmiento Ángulo y algunos representantes del resto de Poder económico del país, excepto el GEA y el Grupo Olímpica de la familia Char de origen sirio en el caribe colombiano. Esta foto puede interpretarse de varias maneras. Por un lado, puede verse como un mensaje de esperanza para el futuro de Colombia. De otro lado, es una foto simbólica que puede representar un cambio en la forma en que el país se gobierna, y es una señal de que el presidente está comprometido con un cambio en la sociedad.
Sin embargo, la foto en la casa de huéspedes en Cartagena también puede interpretarse de otra manera. Algunos analistas han argumentado que la foto es una forma de que el presidente Petro se conecte con los sectores empresariales del país. Los cacaos son un grupo de empresarios poderosos que han tenido una gran influencia en la política colombiana financiando campañas presidenciales y regionales como las ultimas del 29 de octubre de 2023 para elegir gobernadores, alcaldes, diputados y concejales.
La "foto del tinto de Petro con Uribe" para hablar de la reforma a la salud tiene un simbolismo y un ritual importante. En términos simbólicos, la foto representa la voluntad del Jefe del Estado y el expresidente de trabajar juntos para encontrar un consenso sobre la reforma a la salud, la cual es un tema complejo y controversial en Colombia. La propuesta de Petro ha sido criticada por el Centro Democrático, que considera que la reforma es demasiado radical al proponer la intermediación de las EPS en manos del capital privado. La reunión del “tinto de noviembre” es un intento de encontrar un punto medio que satisfaga a ambas partes para lograr un objetivo común por el bien de la salud pública más no de los intereses privados dueños de la salud en Colombia. En términos rituales, la tradición colombiana dicta que cuando dos personas se reúnen para tomar un tinto, es una señal de amistad y entendimiento, por distante que estén los extremos ideológicos, uno Progresista (Petro) y el otro defensor acérrimo del Dios mercado (Uribe) de superar sus diferencias políticas y trabajar por el bien de Colombia.
Otros ven el registro analógico, de la bebida insignia del pueblo cafetero en la agonía de los medios impresos o digital en las redes sociales, como una señal de que Petro está cediendo a las presiones de Uribe, sus aliados y los intelectuales tecnócratas que han cooptado los puestos clave para controlar el Estado colombiano en nombre del hombre más rico del país. Independientemente de la interpretación, la "foto del tinto con Uribe" podría interpretarse como un saludo de esperanza entre los colombianos de cara al resto de reformas estructurales que reclama la sociedad civil en el contexto de que el país una vez encarrilado hacia un futuro más pacífico sea potencia de la vida.
Y Ahora ¿Qué sigue después del simbolismo de las fotos? El simbolismo de la foto puede tener varias implicaciones para el futuro de Colombia. En primer lugar, la foto puede ser un signo de que el presidente Petro está dispuesto a trabajar con los empresarios para implementar su agenda de gobierno. Esto podría ser un paso positivo para el país, ya que podría ayudar a asegurar la estabilidad económica y el crecimiento. En segundo lugar, la foto podría ser un signo de que el presidente progresista inspirado en ideas liberales, la ilustración y e socialismo, está comprometido con el diálogo y la reconciliación. Al reunirse con los cacaos, el primer mandatario está demostrando que está dispuesto a escuchar a todos los sectores de la sociedad colombiana. Esto podría ayudar a promover la unidad y la paz en el país. En tercer lugar, la foto podría ser un signo de que el gobierno central está dispuesto a tomar medidas para abordar los problemas de desigualdad y pobreza en Colombia; además al reunirse con el dueño del capital y representantes gremiales, está demostrando que está comprometido con los sectores más desfavorecidos de la sociedad colombiana. Esto podría ayudar a crear una sociedad más justa y equitativa.
Sin embargo, también es importante señalar que el simbolismo de la foto podría tener implicaciones negativas. En primer lugar, la foto podría ser interpretada como una señal de que el presidente Petro está dispuesto a ceder a las presiones de los empresarios. Esto podría llevar a un aumento de la desigualdad y la pobreza en el país. En segundo lugar, podría ser interpretada como una señal de que el presidente Petro está dispuesto a abandonar sus promesas de cambio, lo cual conduciría a una decepción entre los votantes que apoyaron al presidente Petro. En última instancia, las implicaciones del simbolismo de la foto dependerán de las acciones del presidente Petro en el futuro inmediato dado el nuevo mapa político a partir de las recientes elecciones regionales. Si el presidente Petro es capaz de trabajar con los empresarios para implementar su agenda de gobierno de manera justa y equitativa, la foto podría ser un signo positivo para el país, pero, si cede a las presiones de los empresarios o abandona sus promesas de cambio, la foto podría ser un signo negativo para el país.
El simbolismo de la foto del presidente Petro en Cartagena con los empresarios denominados "cacaos" es un mensaje de apertura y diálogo por parte del nuevo gobierno. Esta foto puede interpretarse como un intento del presidente Petro de construir puentes con los sectores más poderosos de la sociedad colombiana, a pesar de sus diferencias ideológicas. Sin embargo, el simbolismo de esta foto también puede ser visto como una señal de que el presidente Petro está dispuesto a comprometerse con los intereses de los empresarios, incluso si esto significa renunciar a algunas de sus promesas de campaña.
Para cerrar esta nota y aportar argumentos hacia la reflexión sobre el poder legitimador de las fotos nos refugiamos en la postura filosófica sobre el ritual y el mensaje simbólico detrás de una imagen fotográfica la cual es compleja y ha sido objeto de debate durante siglos. Algunos filósofos, como Platón (427-347 a.C.), consideran que las imágenes fotográficas son meras copias de la realidad, y que no tienen ningún valor epistemológico. Otros filósofos, como René Descartes (1596-1650), consideran que las imágenes fotográficas pueden ser una forma de conocimiento, pero que deben ser interpretadas con cuidado, ya que pueden distorsionar la realidad. En la actualidad, la proliferación de las fotos digitales ha planteado nuevos retos epistemológicos. Las fotos digitales pueden ser fácilmente manipuladas, lo que hace que sea más difícil distinguir entre la realidad y la ficción. Además, las fotos digitales pueden ser compartidas y difundidas rápidamente a través de las redes sociales, lo que puede tener un impacto significativo en la opinión pública.
Para John Locke (1632-1704): Consideraba que las imágenes fotográficas son una forma de conocimiento, pero que están limitadas por la perspectiva del fotógrafo. Las imágenes fotográficas, para Locke, son una forma de representar la realidad, pero están condicionadas por la forma en que el fotógrafo ve el mundo. Immanuel Kant (1724-1804): Consideraba que las imágenes fotográficas son una forma de conocimiento, pero que están limitadas por los marcos conceptuales del observador. Las imágenes fotográficas, para Kant, son una forma de representar la realidad, pero están condicionadas por la forma en que el observador interpreta el mundo. Walter Benjamin (1892-1940): Consideraba que las imágenes fotográficas son una forma de arte, y que pueden tener un impacto significativo en la sociedad. Las imágenes fotográficas, para Benjamin, son una forma de representar la realidad, pero también pueden ser una forma de crear nuevas realidades. Jean Baudrillard (1929-2007): Consideraba que las imágenes fotográficas son simulacros, y que no tienen ningún valor epistemológico. Las imágenes fotográficas, para Baudrillard, son una forma de representación de la realidad, pero no son la realidad en sí misma.
Para el filósofo contemporáneo Byung-Chul Han (1959-), ha abordado el tema del ritual y el mensaje simbólico detrás de las imágenes fotográficas en su obra En el enjambre. Han sostiene que las imágenes fotográficas son una forma de "ritual de la transparencia". Este ritual consiste en la captura y la difusión de imágenes de la realidad, con el objetivo de crear una ilusión de transparencia y visibilidad. Según Han, las imágenes fotográficas tienen un mensaje simbólico de control. Las imágenes fotográficas pueden ser utilizadas para controlar la realidad, ya que pueden ser utilizadas para manipular la percepción de la realidad. En el caso de las fotos digitales, Han sostiene que estas fotos tienen un carácter ritual más débil que las fotos analógicas. Las fotos digitales, según Han, son más fáciles de manipular, y por lo tanto, tienen un menor valor simbólico. Byung-Chul Han considera que las imágenes fotográficas son una forma de control social del comportamiento de las personas.
@apostolfin