En mayo del 2015 el Caso Riggs, el juicio que seguía el rastro de la fortuna de Augusto Pinochet, terminó. La conclusión de la Corte Suprema de justicia es que todo el valor de las propiedades del exdictador era de 21.3 millones de dólares de los que al menos 17.9 habían sido obtenidos de manera ilegal. Eran por lo menos 26 propiedades que tenía el general en todo Chile. Sin embargo muy pocos creían en ese país que este era todo su capital.
Desde que arribó al poder en la mañana del 11 de septiembre de 1973, cuando, siendo el Comandante del Ejército decidió rebelarse ante su jefe, el presidente Salvador Allende, líder del partido Unidad Popular que se había constituido en el primero de izquierda en llegar democrática y legítimamente al poder, Pinochet lo controló todo. Su puño de hierro sofocó hasta 1990 a todo aquel que no estuviera de acuerdo con él. En los 17 años de dictadura militar su bota aplastó a, por lo menos, 3.000 personas, entre muertos y desaparecidos. Los datos surgieron en el 2004 y los entregó el Instituto Nacional de Derechos Humanos. Pero sus crímenes no sólo fueron estos. La corrupción imperó en su mandato.
Una figura clave para entender las montañas de dinero que robó el general es su yerno, Julio Cesar Ponce Lerou. En 1969 se casó con su hija mayor, Verónica Pinochet Hiriart. Según su biógrafa, la periodista María Olivia Monckeberg, autora del libro El saqueo de los grupos económicos al Estado Chileno, galardonado con el Premio Nacional de Periodismo en el 2001, Ponce Lerou no tenía un solo peso cuando se casó con Verónica. Su vida cambiaría en 1975, cuando ya estaba asentado el régimen y su suegro le asignó vastos territorios del Sur de Chile, además de darle altos cargos con sueldos exorbitantes. Era prácticamente su testaferro.
Julio Ponce Lerou tiene 75 años y una fortuna avalada en USD$3.700 millones de dólares siendo el tercer hombre más rico de Chile. En 1991, un año después de que el general dejara el poder, luego de un plebiscito hecho en 1988 en donde los chilenos, de manera sorpresiva, le escupiera su desagrado, se separó de Verónica. Eso sí, nunca dejó de agradecerle a su suegro las ofrendas que le dio. Unas de las más importantes de ellas fue Celulosa Constitución Celco, entonces una de las empresas estatales más poderosas de Chile.
En 1983, ya siendo gerente de otra empresa, la CORFO, que aglutinaba por lo menos 12 compañías, Ponce Lerou, que escasamente tenía un título, el de ingeniero forestar de la Universidad de Chile, ya era un potentado, con una fortunada avaluada en esa época en 20 millones de dólares. Ningún ente lo investigó. La prensa tampoco lo tocó. En la Chile de los ochenta ni siquiera Dios era tan poderoso como Pinochet.
Para guardar las apariencias en 1988, luego del descalabro del plebiscito, Ponce Lerou fue sacado de la escena pública. Eso si, el Ministro de Hacienda del Régimen, Hernán Büchi, quien después perdería las elecciones presidenciales de 1990 con Patricio Alwin, era su ministro de bolsillo. En ese momento, cuando terminó la dictadura, ya Ponce Lerou era uno de los 20 hombres más ricos de Chile.
Contrario a lo que pregonaron los profetas de la Escuela de Chicago, el tal milagro chileno, por el que supuestamente Pinochet modernizó Chile, no fue más que una danza de los millones producto de la privatización del 100% de la empresa estatal. Pinochet, cada vez más desprestigiado en Chile. El 27 de septiembre de 1998 Augusto Pinochet, Senador vitalicio de Chile, viajó a Londres con uno de sus nietos. En su país ya la mayoría de oficiales y políticos que lo seguían como perros falderos, estaban desapareciendo. El motivo del viaje era operarse de una hernia discal. Súbitamente, por orden del Juez español Baltazar Garzón, el dictador fue detenido en la capital inglesa. Los años en los que se sentía seguro en la ciudad de su íntima amiga, Margaret Thacher. El 10 de octubre el mundo se estremeció con la orden de detención emitida desde España. Como último recurso la defensa del dictador interpuso su edad, 83 años, y fue encerrado en una clínica siquiátrica. En el año 2000 fue liberado, regresó a Chile y, poco antes de su muerte, acaecida el 10 de diciembre del 2006, perdió su inmunidad parlamentaria. Tenía 91 años y sus rivales políticos se lamentaron de una muerte que les evitaba disfrutar la venganza.
A todas estas Julio Ponce Lerou ha podido desligarse de la sombra de su suegro y disfruta a plenitud de su cuantiosa fortuna. Si bien Pinochet murió con 29 millones de dólares en la cuenta su yerno fue el que supo atesorar con voracidad el saqueo que el régimen militar impuso sobre Chile.