Desde que Bernardo Arévalo pasó en junio pasado a la segunda vuelta, de forma inesperada, ha tenido que sortear numerosos intentos de la Fiscalía para que le sea retirada su inmunidad y que se anule el resultado electoral. El presidente electo ha denunciado las acciones de la Fiscalía como un intento de "golpe de Estado", y jurará el cargo en el Teatro Nacional, en una sesión de un Congreso que le será adverso tras la suspensión de su partido, Semilla, lo que puede reducir el margen de maniobra de sus diputados.
En medio de una innegable tensión a 24 horas de la toma de posesión la Corte de Constitucionalidad de Guatemala aceptó un recurso de amparo presentado por Arévalo, para evitar acciones legales que vulneren su derecho de antejuicio antes de su toma de posesión. De esta manera se evita que se afecte su inmunidad, según ha informado el diario Prensa Libre en su edición digital.
Los magistrados de la CC se reunieron de urgencia hoy sábado para examinar los amparos presentados en relación con la transmisión de mando entre el presidente saliente, Alejandro Giammattei, y el propio Arévalo. El jueves 11 de enero ya había concedido un "amparo" a la vicepresidenta electa, Karin Herrera, ante rumores de una orden de captura.
La fiscal general, Consuelo Porras, ha sido la protagonista de la embestida judicial contra el nuevo presidente y su círculo político que incluso allanó sedes del tribunal electoral y decomisó papeletas de votación, varias personas fueron detenidas, algunas salieron del país. Partidarios de Arévalo señalan al presidente saliente Giammattei de apoyar a Porras.
Arévalo, de 65 años, nacido en Montevideo, obtuvo tuvo el apoyo decisivo de los jóvenes, muy activos en redes sociales, y los indígenas (40% de los 17,8 millones de guatemaltecos), que protestaron durante varios meses para exigir la renuncia de la fiscal general. Hoy se mantienen firmes se turnan por etnias para el plantón frente al Ministerio Público,
Arévalo alcanzó ese apoyo popular tras generar grandes expectativas en una sociedad marcada en la última década por la corrupción, incluso desde la esfera del Ejecutivo, azotada por la violencia de las pandillas y del narcotráfico y donde seis de cada diez guatemaltecos vive en pobreza.
También ha tenido un sólido apoyo de la comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, la Unión Europea, varios países latinoamericanos y organismos internacionales, como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la ONU. Washington incluso impuso sanciones contra fiscales, jueces, funcionarios y unos 100 diputados, a quienes señala de corrupción y de socavar la democracia.
Solicito a todos los jefes de Estado de las repúblicas de América asistir a la posesión del presidente Arévalo en Guatemala. Hay fuerzas amenazando con un golpe de Estado. Nuestra solidaridad es fundamental.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 13, 2024
A todo el mundo, no abandonar la lucha democrática del pueblo…
Con información de France 24 y Europa Press
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