Aunque se posesionó como presidente de ISA el pasado 30 de agosto, esta es la fecha en la que Jorge Andrés Carrillo, quien fuera viceministro de Agua y Saneamiento Básico en la Presidencia de Santos y gerente de EPM en la Alcaldía de Daniel Quintero en Medellín, sigue sin poder firmar como representante legal de la compañía que se dedica a la trasmisión de energía eléctrica y que tiene como mayor accionista a Ecopetrol.
Su nombramiento generó polémica incluso desde antes de que se efectuara por la mano que metió el gobierno, pero el verdadero lío vino después, puesto que llovieron cuestionamientos sobre las actas de su elección por parte de la Junta Directiva, tanto así que el diputado de Antioquia, Luis Peláez, decidió demandarlo.
Sin embargo, el verdadero palo en la rueda se lo terminó poniendo Julio César Yepes, uno de los accionistas de la compañía, quien presentó un recurso de reposición para impugnar la elección de Carrillo alegando que hubo irregularidades en el proceso. De acuerdo con él, no se cumplieron con los requisitos mínimos exigidos por el reglamento de la Junta Directiva y por los estatutos de la empresa, esto debido a que las actas no estipulan los números de votos ni los miembros que votaron por uno u otro candidato. Al final y tres meses después de la elección, este recurso fue acogido por la Cámara de Comercio de Medellín, entidad que decidió suspender su inscripción como representante legal.
De esta manera, Carrillo no podrá aterrizar oficialmente en ISA hasta que se resuelva el recurso de reposición, para lo cual la Cámara de Comercio de Medellín cuenta con un plazo de dos meses. Por lo pronto, quien figura como representante legal es el ingeniero electricista Carlos Mario Caro Sánchez, pero el rumbo de la empresa sigue en el limbo.
Otro golpe de la Cámara de Comercio de Medellín al Petrismo
En diciembre de 2022, el entonces alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, aliado del presidente Petro, tenía todas las intenciones de tomar el control de la Junta Directiva de la Cámara que lleva más de dos décadas siendo presidida por la abogada Lina Vélez de Nicholls. No obstante, después de un duro pulso solo logró meter un aliado suyo en el órgano colegiado y terminó derrotado por los empresarios.
Luego, un año después, el gobierno intentó colocar a Ovidio Claros, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá, en la presidencia de Confecámaras, pero no lograron su cometido y el puesto terminó siendo ocupado, justamente, por Lina Vélez.