Una polvareda levantó en Tuluá la filtración de varios videos en donde se observa la realización de una vistosa fiesta de 15 años, en la cual entre otras cosas, no se cumplieron los protocolos de bioseguridad establecidos por el gobierno nacional para contener el avance de la pandemia por COVID-19, justo en el momento en que se habla de un tercer pico de contagio.
La situación tiene indignados a los tulueños porque no solo se realizó el coliseo de ferias Manuel Victoria Rojas, espacio público que hoy está restringido para toda la población, sino además porque la responsable del hecho es la jefe de la Oficina Territorial Zona Centro de la Gobernación del Valle, Lina Segura Moyano, excandidata a la alcaldía de Tuluá.
Adicionalmente, mientras sus invitados disfrutaban de la celebración, entre los que se encontraban funcionarios y contratistas de la administración del actual alcalde, John Jairo Gómez Aguirre, los criminales accionaban un artefacto explosivo en el CAI de la Transversal 12 de esta localidad del centro del Valle, acción terrorista en la que resultó herido un subintendente de la Policía Nacional y murió Monito, la mascota de los policías que permanecía en el lugar.
Tras conocerse las imágenes, los ciudadanos empezaron a preguntarse por qué funcionarios del orden departamental usan, con fines personales, bienes públicos del municipio de Tuluá, o si para la realización de la fastuosa fiesta se ejecutó un contrato de arrendamiento del emblemático sitio, clausurado para el uso de la comunidad desde que inició la pandemia.
Hasta ahora no se conoce ningún pronunciamiento del mandatario local frente a la acción terrorista, ni al escándalo que comienza a crecer en la región por la filtración de las imágenes que dejaron al descubierto esta nueva fiesta en medio de la emergencia de salud por COVID-19, teniendo como protagonistas a funcionarios del orden municipal y departamental.