La resistencia de Vélez Nay a favor de la minería ancestral en el nordeste antioqueño

La resistencia de Vélez Nay a favor de la minería ancestral en el nordeste antioqueño

José Adonay ha tenido una vida difícil. Sin embargo, ha sabido sobreponerse y salir adelante. La música ha sido su refugio y su modo de expresión

Por: Andrés Felipe Ríos Fernández
noviembre 06, 2020
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La resistencia de Vélez Nay a favor de la minería ancestral en el nordeste antioqueño

Dos años y medio tenía José Adonay Veléz cuando el ELN (Ejército de Liberación Nacional) mató a su padre por detrás. Seis meses atrás le habían dado catorce tiros, pero, como era brujo, no lo pudieron asesinar. Sin embargo, en esta ocasión le asestaron una bala cruzada que lo dejó sin vida y a su hijo sin figura paterna. A pesar de ser un bebé en ese momento, hoy, a sus 35 años, aún lo recuerda, al igual que el momento que lo cambió para siempre: su papá lo estaba cargando en su tienda cuando llegó el guerrillero a pedirle una maicena para que lo descargara a él... solo lo vio caer en frente de sus ojos. Todavía lo tiene presente en su memoria

“Desde niño yo he crecido con un sentimiento claro, pero el sentimiento malo pa' la mierda, yo lo saco. Yo he aprendido a ser verraco y en esto yo me destaco, con micrófono en la mano yo la vida le relato. Porque esto lo hacemos con empeño y disciplina, son muchos años preparando la rutina”, suena la canción de Vélez Nay, Gritando revolución.

La vereda San José, la más cercana a Remedios (que está a cinco minutos), estaba conformada por trece familias numerosas (incluso, había una a la que le decían los veintes, porque eran como veintipico). Sin embargo, ahora solo hay una donde comienza y otra al final, donde funciona la hidroeléctrica. En ese entonces, muchas veces les tocó ver desde la casa cómo llevaban a algún señor y lo mataban.

De manera inconsciente ha resistido de todas las formas, es ahora que es consciente de todo lo que tuvo que vivir. San José, de donde es oriundo el artista Vélez Nay y lugar que elegían los subversivos o los paramilitares para asesinar a las víctimas, ya desapareció. Se acabó a medida que la gente se fue yendo.

Tras la muerte de su padre también tuvo que hacer el aguante, porque a su madre le hicieron firmar unos papeles, le quitaron su ganado y parte de la tierra, hasta un carro que tenía, y solo le dejaron seis hectáreas para vivir. Ella tomó la decisión de vender este lote y al fallecer a él le tocó sacar la cara por su hermana Aidé y su hermano de siete años; eso fue lo más duro.

En esos ires y venires, comenzó a rodar del timbo al tambo como las pistas de rap. Se fue a Valledupar a conocer a los otros hermanos de su padre, que en total son quince hijos. Un año estuvo trabajando en la calle, vendiendo telas y pregonando con el micrófono.

Después regresó a Remedios a trabajar en las minas, pero se estaba yendo por un camino enredado, porque encontró unas matas de marihuana y por jíbaro los paramilitares que se reinsertaron del proceso de Justicia y Paz (que estaban operando en la zona) le calentaron el ambiente. Pero la vida lo tenía para otras cosas, porque un amigo de Medellín prácticamente lo salvó al llamarlo para que se viniera a trabajar a la ciudad.

En Medellín aprendió la barbería, oficia en el que ya lleva catorce años y que le ha ayudado a conseguirse todo: ya tiene dónde vivir y con qué comer. ¿Que cómo ha resistido? La barbería y la música lo mantienen vivo, gracias a este dúo sacó la cara por sus hermanos cuando ni siquiera tenían donde vivir tras el fallecimiento de su madre por un cáncer.

Esa necesidad de expresar lo que siente lo llevó a la música, con la que busca cambiar personas, así como él cambió. Se siente en un 80% porque vive de la barbería y, aunque le gusta, para estar al 100% tendría que estar viviendo de la música, porque aún no ha sabido manejar ese negocio para poder vivir de él o aunque sea que fuera dignamente.

“No hay apoyo para la música contestataria o que critique al gobierno, si no apoyan el deporte o el baile, mucho menos van a apoyar algo que les esté dando duro a ellos. Incluso, una vez hice un evento para unas fiestas del oro y la minería en Remedios, no me hicieron un contrato. Me dijeron que me iban a dar una plata y me dieron la mitad. Después me demandaron porque dije eso en redes sociales, me tocó ir a fiscalía y así es con ellos, tras de ladrones bufones. El Estado realmente debería apoyar el proyecto musical de los artistas mediante préstamos, becas o subsidios, con algo en específico para poder que nosotros funcionemos como empresas y no solo para sacar un CD”, cuenta Vélez Nay.

"¿Qué es ser minero? Ser minero es algo que se va aprendiendo desde muy niño, porque uno siempre ve a sus mayores, a su madre o a los vecinos que llegan con su casco, con su lámpara y con su moto grande acabando de salir debajo de la tierra. Mientras en municipios como Marinilla se siembra papa en las montañas, en municipios como Remedios los mineros están debajo sacando el oro. En este momento debe haber 3.000 o 4.000 personas debajo trabajando bajo tierra. Entonces los niños quieren ir a hacer lo mismo y comienzan a dejar los estudios". Eso es un grave error, así como le pasó a él.

“Eso es un error porque para todo hay un tiempo en esta vida. Yo creo que el minero no es potente en esta zona porque no cuenta con ese estudio. Si hubiésemos estudiado el gobierno no nos tendría como nos tiene. La poca resistencia que he notado, más que todo en Segovia, es de manes que son abogados y que han estudiado porque es la única manera de reclamar lo de uno”, expresa él.

“El gobierno estigmatiza al pequeño minero, al minero ancestral, dice que es minería ilegal porque las bandas están viviendo de la minería que ellos dicen que es ilegal, pero nosotros como mineros ancestrales siempre hemos existido, las bandas aparecieron después. Esas personas le cobran vacunas al minero ancestral. Cosa que si usted se niega a pagar lo matan, no es que el pequeño minero esté muy contento de estar pagando vacunas. Antes nosotros estamos abandonados por el Estado y visitados por personas que están cobrando dinero para poder trabajar. El gobierno no deja trabajar y enseguida dice que nosotros somos bandas delincuenciales y toda esa vuelta; esas bandas están aquí es por los procesos mal hechos de paz que se han realizado en la zona”, por eso lo manifiesta en su canción: “Somos de Remedios y le gritamos al mundo que venimos de lo hondo respirando profundo, que somos mineros de tradición, que no somos terroristas, ¿eso quién se lo inventó? Somos de Segovia y le gritamos al mundo que venimos de lo hondo respirando profundo, que somos mineros de tradición, que no somos terroristas, ¿eso quién se lo inventó?”.

Vélez aclara que hay otra minería que no es la ancestral ni tradicional, sino que son las máquinas y las retroexcavadoras que le han hecho mucho daño a la región, al país y al planeta. Esa clase de minería, no es la pequeña minería, porque con un cajón y una batea no se afecta el agua como la afecta esta otra clase de minería.

“Esa le ha aportado más dinero a las bandas, eso es un problema del gobierno que llega y las quema. Entre esa gente conozco gente buena, no me atrevería a decir que son paramilitares como lo dice el gobierno a veces. Claro que también a ellos les llegan las bandas y venga por lo mío (cobro de vacunas). A ellos les deberían dar trabajo en una obra o en alguna carretera del país sin dañarles sus máquinas, porque esa gente no van a dejar de estar tumbando monte o haciendo daños por ahí en los ríos, sino les muestran otro trabajo”, afirma José Adonay Vélez.

Él considera que no sabe si es que las administraciones locales no son visionarios o no alcanzan a ver los verdaderos proyectos que deberían hacer, o lo que está reclamando el pueblo. En el municipio no tienen ni un acueducto nuevo (no pueden tomar agua de la canilla y deben comprarla en bolsas), ni una unidad deportiva en un pueblo minero por donde pasan líneas de Ecopetrol y ni siquiera hay una cancha sintética en un pueblo donde se recibe más de quince mil millones en regalías.

Por eso entona, “¡Basta ya! De tanta corrupción, sí ya tienen tanta plata ¿para qué tanta ambición? ¡Basta ya! De tanta opresión, sí ya tienen dinero no más guerra por favor”.

“Yo no es que no esté de acuerdo con las multinacionales (refiriéndose al pleito entre la Gran Colombia Gold y la Frontino Gold Mines), acá podemos trabajar todos y esa multinacional le ha dado trabajo a mucha gente y en cierta manera podemos estar bien por ellos. Pero ellos quieren todo el territorio y el problema en Segovia es que la mina donde están trabajando pertenecía a los mineros ancestrales, eso ya tenía dueño, que la tenían abandonada e inundada y no estaban produciendo es cierto, pero yo lo veo así, ellos seguían siendo los dueños. Yo no vivo en esa casa, ahhh pero es mi casa. El gobierno al ver que eso estaba cerrado y ver que esa gente no tenía con qué ponerlo a producir hicieron un negocio y los sacaron de ahí. En todo caso, esa gente metieron los papeles a la JEP demostrando que ellos eran los dueños de la empresa, vamos a ver en qué para todo eso”, relata el artista.

Por eso va su rima en Barras de oro: “La riqueza de nuestra gente la vendió el presidente (Uribe) y nunca nos avisó siendo dueños con papeles. Son costumbres de cuatreros, tramposos, malolientes, que se inventan las leyes para así robar la gente. Aquí no estamos de acuerdo con la Gran Colombia Gold, ¿cómo quieren un porcentaje si nunca se lo ganaron?”.

Redondeando la idea, reafirma que la multinacional dice que les tienen que dar un porcentaje a los mineros que estén alrededor, porque todos los títulos son de ellos: “Primero que todo, compraron una mina que no era del Estado, sino de una gente particular. Y segundo, venirle a pedir un porcentaje al pequeño minero, sí esta zona es del pequeño minero. Yo soy barbero, mis primeros trabajos fueron en minería, pero yo sigo siendo minero, porque yo vivo de la plata que sale de la mina, soy un barbero de la minería”.

Al ver la manera cómo los medios cubren la información está convencido de que deberían darle más voz a las víctimas, que en verdad son quienes han sufrido las consecuencias, que no han estado dando candela ni por allá ni por acá, volviéndose a parar una y otra vez porque los han desplazado y les han quitado todo. A ellos sí deberían estar entrevistarlos los medios tradicionales.

“Los youtubers se convirtieron en los contra Uribe (siendo crítico del uribismo con la canción Barras de oro), cierto, no hablan mucho de lo que cometió la guerrilla, de las masacres que hicieron, solo están detrás de lo de Uribe por el lado de los youtuber. Por el lado de los medios tradicionales apoyan más al gobierno. Están perdiendo una parte importante, porque solo le están haciendo seguimiento a Uribe, y todo es Uribe, Uribe, Uribe; qué mamera. Por el otro lado, los medios tradicionales son siempre que la guerrilla y la guerrilla, pero no dan un informe completo de lo que pasa porque en estos medios todo es rápido. Critiquen bien y no solo a un lado, yo quisiera ver que criticaran al gobierno, a la guerrilla y a los paramilitares por igual. Incluso, critíquenme a mí sí es necesario”, comenta José Adonay.

Por último, al referirse al proceso de paz con las Farc, manifiesta lo siguiente: “Yo estoy de acuerdo con la paz, como todos los que la queremos, pero le veo dos cosas al acuerdo de La Habana: 1) que no deberían haber comandantes en el congreso, hombres que han violado mujeres y que las mismas mujeres están diciendo; renuncien a esa curul y denle eso a las víctimas. Yo sabía que muchos se iban a convertir en bandas, porque yo soy de Remedios, no se les olvide que aquí fueron varios grupos paramilitares los que se reinsertaron en la finca Bellavista, de esos salieron varias bandas que operan por acá o que operaron en esos tiempos. Disidencias de las Farc, disidencias de los paramilitares, eso mismo va a pasar si a esa gente no les dan trabajo porque ellos están enseñados a trabajar es con un arma”.

A él le gusta el humor negro, por ejemplo, si murió su abuelita y a ella le gustaba mucho el tinto con guaro, entonces vamos a tomar de eso. Para él es claro que todos debemos reírnos de todas estas tragedias, porque, a lo bien, si se la toman muy en serio terminaríamos por allá en las Farc o en otras partes que no convienen. Ahora se siente del rojo, con poca felicidad (risas). Para él, los rojos son petristas y los del verde son uribistas.

Como mejor lo define es su propia letra: “José entonado camina feliz bien preparado conectando el chip, tiene tumbao y anda mil, luchando para sobrevivir. Así como José, entonado, habemos muchos en la vida, que nos toca guerrear, pa’ salir pa’lante, papá”.

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