La mamá de Esteban Cháves afirma que el principal atributo que tiene su hijo es su capacidad de aguante. Aunque no tiene las ventajas físicas de otros campeones nadie es capaz de sufrir en una bicicleta como él. Nadie. Sin embargo, después de tener una temporada de ensueño, la del 2016, donde fue segundo en el Giro y tercero en la Vuelta a España, Chávez empezó a sufrir más de lo normal. En su pretemporada en Australia se dio tanto palo entrenando que su rodilla empezó a sufrir. Afortunadamente encontró una escuadra que lo apreciaba, que le respetaba el talante, la historia y lo esperó. No se equivocaron.
Con el octavo lugar obtenido hoy en la Flecha Valona, una de las más exigentes clásicas del mundo, sumado a sus victorias de etapa de comienzo de temporada, podemos celebrar que el Chavito recuperó su sonrisa y, la verdad, luce imbatible. Su gran objetivo será aspirar a un Top 5 en el Tour de Francia, algo que lo consagraría, junto a Nairo Quintana, como los únicos colombianos en hacer Top 5 en las Grandes Vueltas.
A los 31 años Cháves ha regresado. Su sonrisa es un bálsamo para los días tan aciagos que nos ha tocado vivir por culpa de la pandemia.