Margarita Rosa de Francisco hoy desayunó tortilla de claras de huevo con vegetales y galletas de arroz integral que según ella saben a icopor pero son la cuota de carbohidratos de su dieta en Marruecos. Hace dos meses que la presentadora caleña está en África grabando el Desafío y desde que salió del aeropuerto El Dorado en Bogotá no ha parado de publicar fotos y vídeos a través de su cuenta de Instagram.
El desayuno de Margarita y las mujeres que trabajan la semilla de argán. Abajo: Margarita junto a su mamá Mercedes. Fotos: Intagram Margarita Rosa de Francisco
Los primeros días emprendió una correría por las carreteras de Marruecos grabando los videos promocionales del reality junto a Mercedes Baquero, su mamá, quien ha elegido el vestuario de su hija desde que era Gaviota, la niña Mencha y La Caponera. Merceditas, como le dicen de cariño, ha estado siempre al lado de Margarita con su mesa de plancha y su costurero arreglándole las pintas que juntas eligen para salir en la pantalla. Estuvieron en Casablanca, Rabat, Tanger, Oarzazat, Fes y finalmente hoy en Marrakesh, donde se graban los capítulos del Desafío.
Margarita se ha enamorado de los camellos, de los kaftans –largos vestidos de colores-, de las especias y de las mujeres que trabajan la semilla de argán. Ha recorrido los callejones de las medinas comprando turrones, aceites y hierbas secas. Se ha tatuado las manos con henna y ha bailado con las niñas musulmanas. Ha visto decenas de atardeceres en el desierto al son de la música Beréber y ha probado sabores que se han quedado en su memoria como el pollo en salsa de ciruelas y melocotones.
Margarita bailando con las niñas musulmanas y abajo un plato de pollo con salsa de ciruelas y melocotones. Foto: Instagram Margarita Rosa de Francisco
Fueron en total 65 días de grabaciones en los que no tuvo ni un solo descanso pero que fueron un deleite total. Para ella el Desafío es una especie de retiro anual en el que mantiene una estricta rutina de ejercicio y alimentación. Ha cortado con el azúcar, sólo come carbohidratos al desayuno, y consume grandes cantidades de ensalada y proteínas en la noche. En la media tarde come almendras y en la media mañana, toronjas. Se levanta a las 6:30 a.m. y acomoda el gimnasio portátil que siempre lleva en la maleta y hace una hora de ejercicio que complementa con la única exigencia que le hace a la producción de los Desafíos: una bicicleta estática.
Son pocas las cosas por las que Margarita ha manifestado desagrado en este viaje. Una de ellas son las serpientes bailarinas. “Me da un dolor con estas pobres culebras, detesto que los seres humanos cojan a los animales de puro destrabe para entretener. Estos señores todo el día dele que dele con esa cornetica y meten el animalito dentro de un tambor que destapan supuestamente para que "baile". Y este hombre insistiendo como loco, al final la toqué, ay Dios me impresiona la textura de esa piel y su temperatura. Calientica! Vida mía me muero de pesar.”, dijo en uno de los videos.
A Margarita Rosa De Francisco no le gustan los anillos, los aretes, las pulseras, ni las balacas. Usa las uñas cortas y sin esmalte. Su perfume no se consigue en ningún centro comercial y sus únicos accesorios son las pañoletas, un sombrero y un pequeño palo que lleva en sus manos para controlar los nervios y atraer las buenas energías cada vez que sale al set. Este es su séptimo año como presentadora del Desafío del canal Caracol y sin duda no habrá mejor elegida para este papel que una deportista con alma de guerrera como Margarita.
