Con el libro de José Alejandro Restrepo, cubrimos la trilogía que editó Seguros Bolívar.
Dice el señor Goggle que nació en Francia en 1959 y trató de estudiar medicina. Hizo un cambio rotundo y vino a Colombia a estudiar Bellas Artes pero al término de un año se fue a concluir sus estudios en la Escuela de Bellas Artes en París. Su trabajo son video, instalaciones; los temas son el conflicto armado y la religión —la católica— y los mitos indígenas en Colombia.
En París entra en contacto con los grandes video-artistas como lo son Bill Viola, Nam June Paik y como buen francés, enfatizó sus estudios de filosofía con Michel Foucault, Guilles Deleuze y Jaques Derrida. De ellos retoma la importancia del fragmento como centro de atención en su trabajo.
No es afortunado en los grabados en metal, la xilografía y la litografía donde no logra el control de sus imágenes. Pero los videos tienen una interesante historia. Jorge la Feria autor del ensayo comenta sobre su trabajo: “Convergen la imagen electrónica, la instalación y el performance, conformando un mundo particular en sus combinaciones y distintas versiones conceptuales”.
En su trabajo Video-apuntes, José Alejandro Restrepo articula citas de filósofos, de sabios indígenas y textos místicos. Desde sus imágenes y sonido, crea la memoria de la memoria con su historia.
Interesante como Restrepo encuentra en un fragmento televisivo del cubrimiento de la toma del Palacio de Justicia por parte del grupo M-19, acabó siendo una masacre indiscriminada. Entre tensiones de rifles y taques, llamas, muertos y desaparecidos, el artista encuentra en el registro, en la misma Plaza de Bolívar un ser ausente a semejante tragedia que le da de comer a las palomas y que lo titula Caballero de la fe. Sobre este tema el artista anota: “Temor y temblor, admiración y espanto es lo que Kierkegaard siente al reflexionar sobre el incompresible pedido que Dios hace a Abraham: sacrificar a su hijo”. El filósofo insiste en que gracias a la fe, y solo por eso, Abraham soportó la dura prueba. Este hombre de la fe, es el Caballero de la fe, un hombre sencillo que no duda en obedecer los designios de la su Dios, aún si le parecen excesivos. Todo por la fe. La fe hizo que este acto sacrificial fuera diferenciado de un simple asesinato. “La suspensión teleológica de lo ético” es la expresión de Kierkegaard para señalar ese estado de excepción donde dar muerte para Abraham un acto sagrado. De la misma manera el abogado de Eichmann, su cliente nazi repitió durante el juicio: “Mi cliente se siente culpable ante Dios, no ante la ley”. O el video que tituló Canto a la muerte donde una vieja mulata del Pacífico es convocada a cantarle a los muertos de las sabanas de Córdoba. Cantos de muerto, cantos de vaquería, sirven de llamado, de contrapunto y resonancia.
Nos faltó la mitad pero se nos acabó el tiempo de la fe. Superinteresante artista.